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OAXACA, Oax., 11 de abril de 2021.- Como cada 11 de abril, este domingo se conmemoró el Día Mundial del Parkinson, enfermedad neurodegenerativa que, según el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, afecta a unas 50 personas por cada 100 mil habitantes al año en México.
El día fue instaurado como una jornada orientada a visibilizar y sensibilizar sobre esta enfermedad neurodegenerativa, que se considera la segunda más frecuente, después del Alzhéimer.
A diferencia de la primera, el Parkinson no causa demencia, y no se conocen las causas de la enfermedad.
El Día del Parkinson tiene su origen en 1997, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo oficializó y declaró el 11 de abril, debido a que coincide con el aniversario del nacimiento de James Parkinson, el neurólogo británico que, en 1817, descubrió lo que en aquel momento se llamó ‘parálisis agitante’ y que ahora conocemos como enfermedad de Parkinson.
El Parkinson es un trastorno caracterizado por síntomas motores como temblor en reposo, lentitud para iniciar y continuar los movimientos, dificultad para ajustar la posición corporal, rigidez, alteraciones en la marcha, problemas sexuales, del habla, del sueño, al escribir y neuropsiquiátricas, los cuales son consecuencia de la pérdida de neuronas.
Ocurre cuando se atrofian o mueren las neuronas en el cerebro. Esas neuronas son las encargadas de producir la dopamina, una hormona neurotransmisora que regula los movimientos del cuerpo. Por ello, cuando se detiene la producción de dopamina, es cuando se desarrolla el párkinson y sus efectos. Esto hace, por lo tanto, que la persona con esta enfermedad tenga problemas para controlar el movimiento de su cuerpo.
Los síntomas van apareciendo de forma progresiva afectando algunas zonas del cuerpo como manos, brazos, piernas y cara para luego extenderse a todo el cuerpo, causando rigidez motora y problemas de equilibrio y coordinación.
Como ocurre con otras patologías neurodegenerativas, el Parkinson está estrechamente vinculado a la edad y supone un notable deterioro de la calidad de vida de aquellas personas que lo padecen. Su diagnóstico precoz, además, puede ser complicado ya que sus síntomas son leves e inespecíficos.