Economía en sentido contrario: Banamex
OAXACA, Oax., 16 de mayo de 2021.- Parece correcta la apreciación que se infiere de los sondeos de opinión y los resultados electorales en varios países: la Covid 19 y la vacuna se han convertido en un votante invisible y determinante. Aunque no el único.
En Estados Unidos, en donde Donald Trump mantuvo liderazgo en las encuestas hasta antes de la pandemia porque la economía mostraba indicadores muy favorables, el virus y el mal manejo de su tratamiento, además de otros factores, le voltearon la preferencia en las urnas en noviembre pasado.
En Ecuador y Perú ha sido en el contexto de la pandemia y su mal manejo, concurrente con factores propios de cada caso, desde luego, que los respectivos gobiernos fueron desestabilizados y conducidos a resultados electorales adversos.
El más reciente ejemplo es el de la Comunidad de Madrid, en donde la semana pasada la coalición nacional gobernante, de centro-izquierda perdió las elecciones regionales debido, en buena medida, al manejo de pandemia y sus efectos.
En este último caso, hay que hacerlo notar, la derecha en el gobierno de la Comunidad de Madrid jugó la riesgosa carta de flexibilizar las medidas de confinamiento por lo que dejo abrir bares y restaurantes con medidas sanitarias, a cambio de lo cual se ha generado un incremento en los contagios entre una población tan hastiada como desafiante.
En México, el año pasado tuvimos dos muestras de este fenómeno.
En las elecciones locales en Coahuila e Hidalgo, las dos celebradas en el último cuatrimestre del año, el partido en el gobierno federal perdió las respectivas competencias a manos de los partidos gobernantes en dichas localidades, en ambos casos el PRI y sus aliados.
A menos de un mes de volver a las urnas prácticamente en todo el país, el virus parece retroceder y la vacunación avanzar, lo cual promete distribuir castigos y premios.
En un nivel general, los negativos y positivos se perciben más o menos equilibrados para partidos en el gobierno federal (Poder ejecutivo y Congreso) y para sus oposiciones que controlan la mayoría de los gobiernos estatales en liza.
El que la mayoría de las entidades federativas estén en semáforo verde o amarillo indicaría que todos podrán ganar algo si no cometen errores garrafales de operación política o si no se presenta un factor superveniente mal manejado por ejemplo: el accidente del metro en la Ciudad de México, inundaciones o incendios catastróficos, o bien criminalización de la política , sobre mediatización y judicialización de las elecciones.
Si bien las coaliciones y partidos en competencia por el poder gubernamental confían en sus respectivas bases y clientelas cautivas para triunfar, también serán evaluados por un amplio segmento de ciudadanía libre que podrá influir en los resultados, en particular con la mano en el bolsillo.
Ya no hay mas tiempo para enmendar errores o convencer a los escépticos.
Solo queda a los competidores redoblar esfuerzos, prever ataque y defensa, equivocaciones cruciales, jugar limpio y así evitar que las autoridades electorales tengan que aplicarles la Constitución y leyes que ellos mismos autorizaron para regular su juego.
Entre el contexto excepcional del votante invisible: el Covid-19, la pandemia y su aparente dilución, los aciertos y errores cometidos o por venir, se definirán los resultados electorales el próximo 6 de junio