Economía en sentido contrario: Banamex
MICHOACÁN, 11 de junio de 2021.- Un aspecto específico muy importante de la candidatura de Memo Valencia fue el haberle restado votos a Morena, lo cual, combinado con el esfuerzo proselitista de panistas y perredistas redundó en el triunfo de los candidatos a diputado local, federal, del presidente municipal y del gobernador aliancista en Morelia.
– ¿Cómo? ¿Memo Valencia fue factor que pesó en la derrota de Morena en Morelia?
-Así es. Analicemos con detenimiento lo ocurrido:
Memo Valencia duplicó las posibilidades aliancistas de obtener votación, al participar con dos candidatos. Lo que hubiera sido una elección por disputarse a mitades, como lo fue para la gubernatura, se convirtió en una campaña de tercios. Esto, limitó al candidato morenista a, en el mejor de los casos, obtener la rebanada más grande de ese pastel, lo cual no consiguió.
Durante la campaña, se midió el voto útil de Morena, que alcanzaba hasta el 20 por ciento del total. De este, el 65 por ciento se decantaría a favor de Memo Valencia. Es decir, si el revolucionario mayor no hubiera aparecido en las boletas, el candidato morenista hubiera alcanzado un 65% – 20% = 13 por ciento más de votación, con lo cual le hubiera puesto las peras a peso al candidato del cielo azul y del sol negro.
Más aún, como segunda opción, debajo de Memo Valencia aparecía Morena. Es decir, la mayoría de los votos para Memo se hubieran decantado por el candidato guinda para la presidencia municipal de Morelia, en caso de que hubiera declinado o simplemente, decidido no participar.
Justamente, el único candidato morenista que supo leer el factor de peso que significaba Memo Valencia fue quien se alzó con la victoria: Juan Carlos Barragán, a quien vimos portando un chaleco antibalas y un cubrebocas rojo los últimos días de la elección con la finalidad de mimetizarse con el fundador de Revolución Social. Más allá de su trabajo proselitista de una década, fue notable este aspecto al cierre del proceso de campaña.
Sin duda, fue una elección inteligente de Alito Moreno el permitir a Memo Valencia competir por la presidencia municipal. De esta manera, cumplió con creces el pacto entablado en las más altas esferas de cerrar el paso a Morena en la nación y en Morelia en particular.
Los costos, empero, los absorbieron Memo Valencia, su equipo de trabajo, Revolución Social, las decenas de miles de seguidores que tiene y algunos priistas que fueron institucionales y se comprometieron con el candidato tricolor, así como con votar cuatro veces PRI en Morelia. El sacrificio puede ser catalogado como heroico, por haberse jugado hasta la vida en esta campaña que a todas luces parecía imposible y peligrosa.
Memo demostró la capacidad de, sin emplear más recursos que el trabajo y el corazón, mover multitudes, con su liderazgo, servicio social y activismo de muchos años, su carisma y la legitimidad que dota la congruencia a los seres humanos.
En suma, la deuda política y electoral con Memo Valencia por parte de los aliancistas, tanto ganadores como perdedores, plurinominales y de mayoría es altísima. Hoy es viernes 11 de junio y todavía no se ha expresado un reconocimiento por parte de los principales beneficiarios del esfuerzo de Memo: los recipiendarios de una constancia de mayoría. Es muy importante que a la brevedad demuestren lealtad y gratitud a quien supo afrontar con dignidad y decoro un reto inmenso, dada la inmensa desigualdad de condiciones en las que compitió, con lo cual, paralelamente, los hizo ganadores.
Memo ya demostró ser capaz de contener a Morena y seguramente, sin él en las próximas boletas, este municipio se pintará de guinda, o de cualquier otro color, porque no hay quien tenga un liderazgo social que se le acerque siquiera.
Es un hecho: Memo tiene suficiente empaque político, liderazgo, experiencia, equipo de trabajo y cariño de la gente como para emprender retos mayores y recibir oportunidades de orden superior. Al tiempo.
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