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MORELIA, Mich., 18 de junio de 2021.- El criticado cuento de Memín Pinguín se ha vuelto un refugio para quienes viven privados de la libertad, en Apatzingán.
Desde su donación, la bibliotecaria Griselda Jacobo ha tenido que reconstruir en cuatro ocasiones los cinco volúmenes disponibles.
Todo comenzó hace ya varios años cuando el sacerdote Gerónimo López, director de un albergue, hizo la donación al centro penitenciario y con ello despertó la euforia de quienes, por melancolía o curiosidad, comenzaron a leer este cuento de Yolanda Vargas Dulché.
Relató que a lo largo de su trayectoria en ese centro son las lecturas de superación las que más solicitan, sin embargo, “también tenemos un caso especial, son los cuentos de Memín Pinguín, que hemos restaurado en cuatro ocasiones”, dijo mientras confirmaba la cantidad con una persona privada de la libertad que auxilia en la biblioteca, motivado por su espíritu de librero.
Al conocer las condiciones de los cinco volúmenes de los cuentos, cada uno confirmado por 22 ejemplares, Edgar se acercó a ese espacio dedicado al conocimiento y la lectura rindiéndose a la prosa de Paulo Coelho.
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