Cortinas de humo
La guerra contra el crimen organizado en épocas del Presidente Felipe Calderón o la etapa de abrazos no balazos y de pedir a los carteles que no se porten mal, con el actual Presidente Andrés Manuel, lo único que traen consigo es incertidumbre e infunden temor a la sociedad y producen fenómenos que se viven y deben ser observados con atención.
Resulta que ya en las décadas de finales del siglo pasado se habló que en algunas zonas del país se supo de pescadores, arrieros o conductores de trasporte de carga que se extraviaban de la nada, que eran denunciadas sus misteriosas desapariciones, a algunos jamás los encontraron, se decía que se los llevaban los narcotraficantes para obligarlos a mostrarles caminos que la policía no conociera y así transportar los enervantes. Después, a principios de este siglo se empezó a hablar de que universitarios, principalmente estudiantes de las carreras de medicina o profesionales de esta ciencia fueron igualmente desaparecidos y jamás se ha sabido de su paradero; aquí la explicación era que se los llevaban de igual manera los carteles para procurarle salud a sus filas y así no correr riesgos de llevar a sus enfermos y heridos a hospitales en las ciudades. En recientes días, el diario Reforma dió cuenta de que en el estado de Guanajuato el Cartel de Santa Rosa de Lima reclutó jóvenes estudiantes y profesionales de ingeniería para formar parte de sus filas; el objetivo, aprovechar sus conocimientos para combatir a las fuerzas policíacas y a sus contrincantes. Informó el diario citado que, quienes estaban estructurando drones para bombardear a la sede de la Fiscalía Estatal de ese estado, fueron detenidos.
En ciudades de los estados del norte es frecuente ver que los carteles muestran su fortaleza de armamento en recorridos similares a desfiles militares, pero sus artillería es de manufactura, digamos, “casera”. Estos datos deben ser registrados para algunas reflexiones. Primero en el pasado el secuestro de personas con capacidades y conocimientos que los carteles requerían para realizar sus actividades, eran secuestrados, hoy día reclutan a profesionales para prestar servicios. Segundo, esa mano de obra calificada y preparada por las universidades del país, no tiene fuentes de empleo y ante eso la oferta de trabajo puede ser la explicación de aceptar laborar para quien les pague, sin importar quien sea, lo que es explicable pero, no justifica la acción. Tercero el estado esta siendo incapaz para aplicar una correcta política educativa y produce profesionales pero, no tiene garantizado el lugar donde esa fuerza de trabajo se va a desempeñar.
Hoy 26 de Julio, va mi humilde reconocimiento y felicitación a aquellos seres que brindan amor y conocimientos a los hijos de sus hijos; en mi caso, mi fortuna fue haber contado con dos excepcionales maestros de vida. A todos ellos mucha felicidad.