Aunque lo nieguen, sí hay terrorismo
¡Sinaloa y Nayarit: la traición al PRI y PAN!
Aquí lo dijimos en repetidas ocasiones.
Dijimos que, en las elecciones de junio del 2021, para renovar 15 gobiernos estatales y la Cámara de Diputados, el papel del crimen organizado sería determinante.
Dijimos que bandas criminales como la de “El Chapo” votaría a favor de Morena y dijimos que no pocos gobiernos del PRI y del PAN claudicarían frente a la alianza del gobierno de López Obrador y de Morena, con barones del crimen.
¿Y qué creen?
Que en días pasados el propio presidente Obrador confirmó todo lo que dijimos en el Itinerario Político del 12 de octubre del 2020, titulado: “¡El cromen organizado hará el fraude en 2021!”.
Pero vamos por partes.
De manera sorpresiva, el pasado fin de semana, López anunció que el gobernador saliente de Sinaloa, de filiación priísta, Quirino Ordaz, sería propuesto como embajador de México en España.
Vale recordar que en Sinaloa el gobierno quedó en manos del partido Morena y que el nuevo gobierno será un narco-gobierno encabezado por Rubén Rocha Moya, amigo de AMLO y del Cartel de Sinaloa.
¿Y por qué el de Rocha Moya en Sinaloa será un narco-gobierno, al servicio de “El Chapo”?
Porque en Sinaloa todos vieron que en la elección del 6 de junio la estructura del “Cártel de Sinaloa” movió el voto a favor de Morena.
Lo curioso es que el gobierno estatal, en manos de Quirino Ordaz, no sólo solapó el fraude y la entrega del poder estatal al Cártel de “El Chapo” — grupo criminal consentido del presidente Obrador–, sino que traicionó al PRI.
Pero tampoco se debe olvidar que Quirino Ordaz fue pieza clave en la liberación de Ovidio Guzmán, “El Chapito”, además de que operó el saludo del presidente a la madre de “El Chapo” y coordinó las reiteradas visitas presidenciales a Badiraguato, el centro de operaciones de “El Chapo”
Por eso, por sus servicios a “El Chapo” y al presidente, Quirino Ordaz fue premiado con la embajada de México en España.
Y también por eso el premio del gobierno de Sonora para Alfonso Durazo –responsable del operativo para liberar a “El Chapito” –, en donde se instauró otro narco-gobierno, cuyo titular ayer tomó posesión.
Por todo ello obliga preguntar: ¿La diplomacia española aceptará a un embajador presunto socio del crimen organizado, como Quirino Ordaz?
Pero el premio a Quirino era sólo el principio.
En otra de sus recurrentes visitas a Nayarit, Obrador también anuncio que el gobernador saliente de esa entidad, el panista Antonio Echavarría García, sería llamado al gabinete.
¿Otro premio a la entrega del poder estatal al crimen organizado; otra traición al partido de origen, en este caso tal PAN; otro sometido de Palacio?
Todo indica que la respuesta a la interrogante anterior es sí.
Y es que el premio al panista Echavarría es –igual que en Sinaloa y Sonora–, el pago a un gobernador que no solo solapó el fraude cometido por las bandas criminales en su entidad, sino que ayudó a la llegada de un narco-gobierno de Morena, en manos de Miguel Ángel Navarro Quintero.
Y si dudan que López Obrador está detrás de la llegada de los narco-gobiernos, vale recordar que desde Palacio se premia la entrega del poder al crimen organizado en estados como Sinaloa, Nayarit, Sonora, Baja California sur y Zacatecas –entre otros–, mientras AMLO persigue a gobernadores que denunciaron la intromisión criminal en las elecciones del pasado 6 de junio.
Nos referimos, como saben, a Silvano Aureoles y Francisco Cabeza de Vaca, gobernadores de Michoacán y Tamaulipas, respectivamente.
Los dos mandatarios se negaron a solapar la entrega del poder estatal de sus respectivas entidades, a los cárteles criminales.
Pero no fue todo, ya que se atrevieron a la denuncia pública dentro y fuera del país y hasta advirtieron sobre el riesgo de un narcoestado.
Y es que para nadie es novedad que antes, durante y después de los comicios del 6 de junio, siempre estuvo presente la mano del crimen.
Por ejemplo, en los meses previos al 6 de junio, los ataques criminales vinculados a la elección eran más de 600 y los candidatos y aspirantes a puestos de elección popular muertos –a manos del crimen–, sumaban casi 90.
En pocas palabras, la del 6 de junio pasado resultó la elección más violenta de la historia, con la mayor participación de las bandas criminales y, sobre todo, con una clara inclinación criminal a favor del partido oficial.
Al final, el propio Obrador reconocer lo que aquí denunciamos hace casi un año; que el crimen organizado hizo el fraude en junio del 2021.
Y lo reconoció al premiar a los gobernadores que solaparon la entrega del poder estatal a los amigos criminales del presidente.
Pero si aún lo dudan, a continuación, un extracto del Itinerario de aquel 12 de octubre del 2020, titulado: “¡El crimen Organizado hará fraude en 2021!”.
“A ocho meses de la contienda electoral del 2021, es previsible que resulte la elección en la que, con mayor intensidad, participe el crimen organizado.
“Y es que hoy las bandas criminales ya son parte pública de la vida nacional; dueños de gobiernos estatales y municipales; de puestos de elección popular en los congresos locales y en el Congreso de la Unión, y hasta son amigos del presidente y de sus secretarios de despacho, quienes “los dejan trabajar a sus anchas” y los liberan cuando son capturados.
“El caso emblema es el de “El Chapito”, Ovidio Guzmán.
“Por eso, hoy la pregunta no es si los “barones del crimen” participarán en las elecciones del 2021. No, la verdadera interrogante es otra.
“¿A favor de qué partido político jugará sus cartas, tanto políticas como económicas los Cárteles criminales?
“Y también es cierto que la respuesta todos la conocen.
“Resulta que las principales bandas del crimen organizado jugarán a favor de no pocos candidatos del partido oficial, Morena, en alianza con gobiernos estatales y municipales del PRI, PAN y PRD y con el gobierno federal.
“¿Y por qué la certeza de que se producirá una alianza electoral entre el gobierno de López Obrador y el crimen organizado?
“Porque si tiene patas de pato, cola de pato, pico de pato y si grazna como pato, tenemos derecho a suponer que se trata de un pato.
“Es decir, que no sería la primera ocasión en que López Obrador acude a una alianza con el crimen organizado. En realidad, los ejemplos abundan.
“Y el caso emblema, como ya dijimos, es el de la alianza de Obrador con el jefe visible de “El Cartel de el Chapo”, Ovidio Guzmán, a quien el mismísimo presidente ordenó liberar como pago por el presunto financiamiento a Morena…
“Por eso obligan las preguntas.
“¿En cuántos estados, municipios y distritos electorales del país –en donde habrá elecciones–, el jefe político, el jefe real de la plaza y/o “el mandamás”, es un personaje vinculado a Morena y, al mismo tiempo, aliado al crimen organizado?
“¿Cuántos votos, en la contienda federal para renovar la Cámara de Diputados y los 15 gobiernos estatales, serán producto de la presión, el chantaje, una alianza o una amenaza criminal?
“¿En cuántos de los 300 distritos federales en disputa –de todo el ¿Cuantos gobiernos estatales solaparán el fraude de los barones del crimen?
“¿Qué pueden hacer, ante tales amenazas, candidatos y ciudadanos de otros partidos, en donde Morena es, al mismo tiempo, la banda criminal dominante?
“Si, como nunca, el crimen organizado estará presente en las elecciones del 2021. Y sí, votará por el partido del presidente, López Obrador. Al tiempo.” (Fin de la cita)
Y de nueva cuenta, el propio López Obrador nos dio la razón.
Al tiempo.