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CIUDAD DE MÉXICO, 2 de octubre de 2021.- Si bien hoy nuestro país reconoce constitucionalmente su condición pluricultural y multiétnica, en la cual las poblaciones originarias tienen una importancia clave, aún hoy estos pueblos enfrentan escenarios adversos en lo económico, territorial, lingüístico o demográfico, de allí la importancia de retomar el pensamiento de quienes tomaron acción para hacer frente a esas mismas inequidades, caso del antropólogo Guillermo Bonfil Batalla (1935 -1991).
En el marco de la 32 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), cuya edición rinde homenaje a esta figura central del pensamiento antropológico contemporáneo, se ofreció una conferencia sobre sus aportaciones a las ciencias sociales.
Impartida por la investigadora de la Dirección de Etnología y Antropología Social del INAH, Maya Lorena Pérez Ruiz, en su charla refirió cómo Guillermo Bonfil, ya sea desde su carácter de investigador en campo, de autor de libros como ‘De eso que llaman antropología mexicana’ (1970), o de funcionario en cargos como la propia dirección general del INAH (1973 y 1978), fue una voz pionera y en todo momento crítica.
Entre esas críticas, comentó la ponente, está la que hizo en torno al indigenismo que desde el gobierno mexicano se promovió en la década de 1970, y que no era más que “una política de Estado orientada a dictar acciones y directrices para resolver las ‘problemáticas nacionales’ de los pueblos indígenas”.
Dicha visión intrínsecamente veía a los pueblos indígenas como una problemática que debía solucionarse mediante su integración a la ‘cultura nacional’; sin embargo, esta asimilación iba acompañada de una pérdida de rasgos distintivos.
“Bonfil Batalla no solo denunció la falacia de ‘igualdad’ que buscaba esa política, ya que implicaba mantener a los indígenas en una condición de subordinación al Estado, así como también a los antropólogos que ayudaron a construirla”, puntualizó en la conferencia transmitida por la página www.feriadelibro.inah.gob.mx, como parte de la campaña “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura.
En este sentido, añadió Maya Lorena Pérez, Guillermo Bonfil sostenía que la liberación de los pueblos indígenas no se agotaba con la lucha de clase o la pugna distributiva, ya que también tenía que ver con una serie de derechos de pervivencia, de ejercicio de identidad y autonomía, como sostuvo al participar en la Declaración de Barbados de 1971.
Otros planteamientos del antropólogo en torno a la autonomía indígena, eran los asociados con el reconocimiento de los pueblos originarios como unidades políticas constitutivas del propio Estado, lo que permitiría reconstruir territorios étnicos y realmente crear vínculos simétricos entre indígenas y Estado, con acceso equitativo a los recursos económicos, sociales y culturales.
A manera de conclusión, la antropóloga sostuvo que no obstante la importancia académica del legado de Guillermo Bonfil, desde su perspectiva, las nuevas generaciones de investigadores han dejado de leerlo, lo mismo que a sus contemporáneos como Arturo Warman o Margarita Nolasco Armas, de allí que su conferencia en la FILAH fue un llamado a retomar las ideas de los pensadores mexicanos de la segunda mitad del siglo 20.