Aunque lo nieguen, sí hay terrorismo
El gobierno anterior difundió un texto firmado en 1916 por el
secretario de Guerra y Marina, general Álvaro Obregón “en acuerdo con
el Primer Jefe, Venustiano Carranza”, según el cual ningún militar en
activo debería participar en la vida pública nacional.
“Los militares que se dediquen a la política deberán de solicitar
licencia”, advertía la circular.
Cito: “todos los militares con mando de tropa, ya sean comandantes
militares de los estados o jefes de operaciones que deseen hacer
propaganda política a favor de una candidatura o que deseen aceptar
alguna a un cargo de elección popular, deben dirigir a la Secretaría
una solicitud de licencia para separarse del mando militar”
Lejos estamos de aquel esquema.
La semana anterior, con motivo del aniversario 111 de la Revolución,
el general secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval
tomó partido:
“Es necesario estar unidos en el proyecto de Nación que está en marcha…”
Enseguida arengó: “sólo trabajando en un mismo objetivo (la 4 T)”
podremos hacer que la realidad sea cada día más prometedora.
Antes, derivado de la violencia en Quintana Roo, el jefe militar había
anunciado una Policía Turística con mando militar, cuando la propuesta
del Congreso de la Unión es que sea civil.
A nombre del Grupo Plural, el senador michoacano Germán Martínez
Cazarez advirtió la “militarización silenciosa” en el combate al
crimen organizado.
Mandos militares en las policías municipales y de las entidades.
El titular de la SDN normaliza esa militarización al anunciar la
creación de un Batallón Turístico con elementos de la Guardia
Nacional.
El senador Martínez Cazares se preguntó: ¿pos qué no votó este Senado
por el mando civil de las fuerzas armadas?
“Mando civil, absoluto, sin titubeos, a la Guardia Nacional”. Eso lo
vamos a defender, acotó.
De acuerdo con analistas, el secretario de la Defensa Nacional violó la norma.
En otro tiempo los militares formaron parte del Partido Nacional
Revolucionario, el cual se convirtió en Partido de la Revolución
Mexicana y en el PRI.
¿A cien años de su creación, ¿será el Ejército “combatiente” del partido Morena?
¿Qué tanta confianza puede tener la opinión pública en sus fuerzas armadas?
¿Dejará de ser el Ejército salvaguarda del país para posicionar al
partido gobernante?
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