Llora, el país amado…
Esta semana está abarrotada de emociones diversas para quien escribe, y la que concluyó fue aterradora en la ciudad capital de nuestro estado, la insana venganza política descendió a molestar y a agraviar a los oaxaqueños. Los bloqueos de calles y accesos a la ciudad de Oaxaca se sucedieron día a día, la lucha legítima o no de quienes ocuparon las calles no está en tela de juicio, ellos de manera ética y responsable saben el verdadero tamiz del por qué de sus acciones. La gran apuesta es para quienes, de sus ingresos tuvieron que utilizar esta semana pasada, tres veces más presupuesto para sus traslados en el mejor de los casos, ya que, hay quienes sin alternativa van a ver reflejado en sus salarios e ingresos descuentos y pérdidas.
En medio de esas batallas por evidenciar falta de capacidad de planeación gubernamental y en demostración de poder, escuché en cierto crucero conversación que debe ocupar medidas para atender convulsiones y atentados contra la población que, indefensa se enfrenta a estas circunstancias de bloqueos de las vías públicas, doy cuenta de la amena plática de coincidentes oaxaqueñas ataviadas con atuendos diferentes, una, la más joven con mandil y clasque al brazo con rodete en la cabeza y canasta, llenos ambos utensilios, el primero con clayudas y el segundo con tostadas, hechas por manos mágicas de mujeres de San Antonio de la Cal; la segunda mujer madura, acaso cinco décadas de experiencia o tal vez, con un lustro más, con tenis y pantalón de vestir, blusa y blazer, bolso y una bolsa. Ambas se dirigían con brevedad al trabajo que desempeñan en el centro de la ciudad de Oaxaca. Víctimas de los bloqueos, porque, según escuché, ese día fue el tercer bloqueo que les toco sufrir en la ciudad.
La plática entre ellas, versaba acerca de las molestias que vivían desde tres días antes, lo que mayor mente me estremeció, es la conclusión a la que llegaron al despedirse en la esquina de Bustamante con Rayón, escuché decirse entre ellas con sinceridad y resignación “que le vaya bien, ojalá mañana no tengamos que caminar, pero si hay bloqueos, ni modo, así es nuestro pueblo, que le vamos a hacer”.
La impunidad en nuestro estado es tanta que, quienes generan movilidad de la economía están a completa desesperanza pero, lo peor es que resignados están ya a acostumbrarse a estas condiciones. Eso es lo más grave, que nada ya asombre a la población económicamente activa y se consuelen en que así es nuestro Oaxaca, la pregunta es, ¿en verdad así es nuestro bello estado?
Me recuerda esta crisis de aceptada cruda realidad, la metáfora de Jaime Sabines en el poema Julito 4, “ ¿Lo tiramos a la basura?
—Sí, tíralo, está feo.
Y no creo que nadie diga nada mejor acerca de la muerte. Ni de la vida. ”
Por último y en abuso de usted, amable lector es de agradecerles por dispensarme sus atenciones a este aprendiz de escribiente; un año más en el que les dejé cada lunes características acerca de mis pensamientos. Año nada sencillo, por demás cruento, a quienes atravesaron momentos difíciles por la circunstancia que fuere, mis deseos de superar con prontitud el reto y enfrentar la vida con denodado esfuerzo. A todos, la esperanza de que la familia siempre esté en bonanza.