Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
MICHOACÁN, 31 de diciembre de 2021.- Después de haberse padecido una de las crisis más profundas de las que haya memoria en el sistema educativo michoacano, por diversas razones que ya hemos comentado en este mismo espacio, el retorno a clases de la próxima semana es, desde ahora, ya mejor.
Hay evidencias concretas de que se está gestando un mejor año en materia educativa para la entidad. A manera de ejemplos, veamos algunos aspectos:
El retorno a clases sucederá por fin sin que medien abusos contra los trabajadores de la educación como fueron en el pasado los infames impagos de sus salarios y prestaciones a las cuales por ley tienen derecho. Prácticamente, esta etapa quedó sepultada con el 2021, por lo que iniciamos un nuevo año sin resabios de irregularidades financieras. A diferencia de ejercicios anteriores, el dinero ya no será motivo ni pretexto para no arrancar clases en enero. Es más, además del pago de salarios y prestaciones, se están pagando bonos y estímulos a personal administrativo de forma directa, aun estando en periodo vacacional, con lo cual se rompe cada vez más el intermediarismo y se recupera la relación frontal entre las partes patronal y trabajadora en la Secretaría de Educación en el Estado.
Existe el compromiso firme del ejecutivo federal y del gobierno del estado para conformar un modelo de federalización de la nómina educativa tal que revierta los perversos efectos del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, signado en 1992, pero que tres décadas después aún se padece, toda vez que adelgazó el presupuesto destinado para el fortalecimiento institucional y generó problemas que dejaron a decenas de miles de trabajadores de la educación en la vulnerabilidad e incertidumbre respecto a su derecho de cobrar salarios en tiempo y forma, mientras que de ese vacío se hizo un pingüe negocio por parte de redes de vivales, quienes vieron la manera de saquear el erario educativo y manipular a conveniencia la nómina, traficando con ingresos, claves, adscripciones y jubilaciones.
Como ya es tradición, para este retorno a clases habrá horario de invierno en las regiones en las cuales las bajas temperaturas debilitan el sistema inmunológico del ser humano, de acuerdo con una circular que se emitió ayer, por parte de la titular de la SEE. Si bien, es una medida que suele tomarse por parte de las autoridades educativas locales, en esta ocasión posee un significado mucho más importante, ya que se requiere minimizar los riesgos al máximo. Recordemos que, en otras entidades federativas, como Quintana Roo, Baja California, Coahuila, Hidalgo, Nuevo León y Tamaulipas ya acordaron postergar el regreso a clases, por lo cual esta clase de medidas, tomadas a tiempo, así como debidamente instrumentadas y socializadas, podrán evitar mayores afectaciones al calendario escolar.
El pasado 28 se publicó un decreto en el Periódico Oficial, signado por parte del gobernador de Michoacán, en el cual se incrementan las medidas sanitarias y limita los aforos máximos para actividades no esenciales, como son los cultos religiosos, acudir a los antros y el ocio, entre otras. Asimismo, recuerda el reforzamiento de las medidas sanitarias en lugares públicos para prevenir contagios por Covid 19. Esto también abona para que se tome el riesgo para el ejercicio de actividades que sí son esenciales, como lo es la educación, tanto pública como privada.
Se percibe que la gradualidad en el retorno a clases se está dando, más conforme se van generando condiciones para el retorno a clases. Las comunidades escolares están ganando confianza, más allá del decreto del 11 de octubre pasado, donde se impulsaba la presencialidad escolar, cada vez más maestros, estudiantes y sus familias se convencen de la necesidad de retornar a las aulas, por lo cual se está incrementando la asistencia a las escuelas. Los subsistemas y universidades que tienen modalidades cuatrimestrales o semestrales están programando su regreso a clases con mayor número de actividades presenciales, ya que determinaron no modificar la carga horaria mayormente, con la finalidad de efectuar una transición tersa, la cual vivirá mejores momentos en el 2022.
Se anunció que habrá una etapa de refuerzo de vacunación para los trabajadores de la educación, lo cual fue una petición constante y ahora será atendida, justo a tiempo, ya que se menciona que será a principios de enero. De esta manera, se estarán reduciendo aún más los riesgos a los cuales se enfrentan los docentes en su ejercicio profesional, permitiendo disminuir el estrés y ansiedad que genera asumir el reto laboral, sanitario y vocacional imbricado con el ejercicio del magisterio.
Con el contexto anterior, restará que estas condiciones logren transformarse en mejor ejercicio de los derechos humanos de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes en Michoacán. No basta la acción gubernamental, sino que se requiere multiplicar esfuerzos, reconocer que se están dando pasos importantes para generar una nueva etapa en materia educativa y abonar a que se multipliquen las acciones institucionales, sumando voluntades al respecto y construyendo confianza para lograr mejores resultados.
Un muy buen indicador de los resultados en materia educativa son las acciones y resultados que se logren a favor de la primera infancia. La operación plena de la Secretaría Ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) en la entidad, la conformación en cada municipio podrán velar de mejor manera por los derechos de esta población, tan históricamente vulnerada y que es víctima reciente de toda clase de transgresiones a sus garantías, en buena medida como consecuencia del confinamiento por la pandemia, pero también por el abandono histórico de medidas de fortalecimiento institucional y de arropamiento familiar en torno suyo, así como por la incapacidad del gobierno y la sociedad para reaccionar e improvisar favorablemente durante este periodo de 20 meses. Sin duda, la ejecución de acciones y presupuesto al respecto podría generar una nueva etapa en la operatividad del SIPINNA, que redunde en un cambio cualitativo en la vivencia plena de los derechos de niñas, niños y adolescentes en Michoacán.
Un aspecto paralelo es la educación inclusiva, en todos sus aspectos, mejorando el presupuesto para educación especial y brindando mejores servicios para que toda la población con necesidades educativas especiales tenga la posibilidad de ejercer a plenitud sus derechos inherentes, sin limitaciones ni precariedades de índole alguna. Deben quedarse atrás las situaciones infamantes en las cuales las personas con discapacidad eran revictimizadas al momento de aspirar al ejercicio de su derecho a la educación y lograr que las políticas públicas en la materia beneficien más y mejor a quienes las necesitan.
El fortalecimiento de la educación comunitaria, especialmente del CONAFE será trascendental, toda vez que ha crecido enormemente en las últimas décadas y, dadas las condiciones en las cuales se encuentra el sistema educativo estatal, en muy buena medida podrá entrar la institución mencionada a atender a la población a comunidades donde la educación tradicional tendría serias dificultades. Por ende, bien vale la pena se le arrope con coordinación y apoyo a escala regional y municipal, así como con el respaldo de la sociedad civil, padres de familia y ciudadanía en general, ya que, en muy buena medida, las acciones de los docentes de CONAFE, quienes son denominados líderes para la educación comunitaria se sostienen con el apoyo social.
SI bien, se ve complicado que se implemente una evaluación, tanto como para estudiantes como para trabajadores de la educación, es imprescindible para profundizar en el conocimiento de las afectaciones socioemocionales y educativas generadas por la pandemia. Empero, en caso de que así suceda, la evaluación deberá ser exclusivamente diagnóstica, para efectos de información a la ciudadanía y mejora continua de las políticas públicas en materia educativa. Definitivamente, sí debe hacerse el máximo esfuerzo para también estudiar los avances en materia de aprendizaje para los estudiantes, así como en cuanto a las necesidades de formación continua que se hayan develado con las enormes modificaciones que el confinamiento y la distancia generaron para estudiantes, maestros y sus familias.
Para alcanzar tales efectos, el presupuesto estatal de egresos para 2022 genera altas expectativas, toda vez que ahora sí puede lograrse que no haya las penurias de cada cierre de ejercicio fiscal, como se ha hecho pésima costumbre. Hay muy buena aceptación de los montos aprobados entre los actores del sistema educativo y se aspira a que sea altamente garantista, lo cual puede ser cimiento de una verdadera transformación para Michoacán. Asimismo, el respaldo federal, tanto administrativo como financiero puede ser catalizador de una nueva etapa, que conforme nuevos pactos entre actores, mayor capacidad de ejercer plenamente los derechos humanos en las escuelas, de mayor respeto a los derechos laborales de los trabajadores de la educación y que mejore los indicadores educativos, redundando en mejores niveles de desarrollo integral para los michoacanos.
Si logramos hacer de este 2022 un mejor año, en donde el cierre del presente ciclo escolar sea digno y decoroso, así como se arranque el siguiente con aún mejores condiciones, lo extraordinario se estará volviendo cotidiano y, con ello habremos logrado la victoria colectiva de cimentar las bases para conformar una mejor normalidad. Está en nosotros que sea mucho más que un deseo de año nuevo, para ser colocado como un alto objetivo a alcanzar con el esfuerzo denodado y el compromiso uniforme de todos los actores involucrados. Y quienes no se sientan involucrados, esperemos que hagan conciencia y entre ellos cunda el ejemplo de quienes construyen un sistema educativo michoacano que aspira a ser cada vez mejor. ¡Que así sea!
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