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OAXACA, Oax. 23 de marzo de 2022.- Combinar un piedrazo con un agua fresca es una tradición en Oaxaca.
Es uno de los antojos más auténticos y tradicionales en la ciudad de Oaxaca.
Aurelio Flores es el propietario de este típico negocio ubicado en Trinidad de las Huertas.
Empieza, dice, a recuperar las ventas después de la pandemia.
El calor y la Semana Santa son sus aliados. La gente acude a refrescarse y a consumir un antojo que es elaborado de forma artesanal.
El pan es tostado, horneado especial para ellos y con una consistencia crujiente.
El vinagre es casero, lo preparan y curten con ellos la papa, la zanahoria, el chile.
El piedrazo es ese pan combinado con vinagre, quesillo y chile de gusanito.
Con más de 50 años en el corazón de este barrio, pasó de su abuelita a su hermana, a sus hijos y hoy son la tercera generación.
“Todo es natural, todo es fruta de temporada, y los piedrazos, lo hacemos todo aquí”.
Explicó que en otros puestos, el pan que utilizan es el que se endurece por otras causas, que ya no se come del día “aquí no, es un pan especial que hacemos”.
Las tunas rojas, que utilizan para el agua de horchata, la traen a la ciudad de Oaxaca desde Totolapan.
“Lo que se vende más es la horchata y la chicalayota”, un sabor que solo es oaxaqueño.
La manzana viene de San Miguel Peras o las ciruelas, que llegan también de otras regiones.
Es lo que distingue al pocito, como se llama este negocio que está ubicado en la calle de Cuauhtémoc, frente a la iglesia de Trinidad de las Huertas.