Dos meses de huelga, miles de asuntos pendientes
El grito de las urnas: ¡En 2024 Morena se va!
Los números son fríos, contundentes y gritan más que la retórica de cualquier populista del mundo.
Y esos números fríos apalearon a López Obrador, a su gobierno, su partido y su pandilla criminal, en el falso revocatorio del domingo 10 de abril del 2022 en México.
Y sólo los necios, sordos y ciegos se niegan a ver el rotundo fracaso que significó para el presidente, su gobierno, su partido y su claque el supuesto ejercicio democrático; simulación que desde hoy sepultó la mal llamada Cuarta Transformación y a sus gobiernos.
Pero el mayor fracaso –verdadero epitome del autoritarismo dictatorial de López– es que los ciudadanos ganaron por “una golpeada” de antología: ocho contra dos, en una elección de Estado en donde todas las instituciones y los órdenes de gobierno estuvieron al servicio del poder presidencial, y en donde solo existió un nombre en la boleta.
En efecto, el verdadero mérito en el fracaso electoral de López fue el poder de la abstención y el silencio ciudadanos; un potente grito que le dijo “no” al autócrata.
Sonoro grito que se expresó en el rechazo a los afanes dictatoriales y reeleccionistas de Obrador y que mostró que sólo 2 de cada 10 mexicanos están con el presidente, lo que se traduce en un rechazo del 80 por ciento.
Claro, sin contar con la curiosa coincidencia de que los 15 millones de votos a favor de AMLO son votos de los más pobres y de los servidores públicos; en los dos casos obligados a votar a cambio de ayudas y empleos.
Pobres que fueron acarreados, coaccionados y que, curiosamente, están en los estados más deprimidos: Tabasco, Oaxaca, Tlaxcala, Chiapas, Veracruz, Campeche, Guerrero, Quintana Roo e Hidalgo…
Servidores públicos federales que, a su vez, se concentran en la capital del país y que fueron acarreados a lo largo de toda la jornada, desde todos los puntos de la Ciudad de México.
Es decir, los números fríos y lapidarios confirman que López Obrador “sí está solo” y acaso más solo que nunca.
Pero esa soledad, la del fracaso y el repudio social suele ser la peor consejera en el ejercicio del poder.
¿Por qué?
Porque cual animal herido; cual demagogo desmentido y cual mentiroso desnudado, el presidente mexicano se tornará más intolerante, más vengativo, furioso y, por tanto, más peligroso e impredecible
Pero vamos a los números fríos y duros.
1.- Como saben, el Padrón Electoral es de 93 millones de ciudadanos con derecho a voto. El 10 de abril del 2022 votaron a favor de que López siga, alrededor de 15 millones de ciudadanos, mientras que 78 millones de potenciales electores le dieron la espalda con un rotundo “no”.
2.- ¿Qué pasó, por qué 8 de cada diez ciudadanos no acudieron a refrendar su respaldo al “presidente más votado”?
¿Por qué López perdió el 50 por ciento de los votos que lo hicieron presidente? ¿Por qué sólo logró 15 millones de los 30 que alcanzó en 2018?
3.- Está claro que algo está mal entre la percepción ciudadana sobre el gobierno de Obrador y lo que dicen las encuestas; algo está mal entre lo que dice todos los días el presidente y lo que entienden los ciudadanos.
Y es que en la primera oportunidad para volcarse a favor de AMLO, resulta que una multitud de 80 % de los mexicanos que lo apoyaban al arranque de su gestión, hoy lo dejaron sólo y hasta perdió 15 de los 30 millones de incondicionales.
Y si esa no es una derrota y si en Palacio no hacen la lectura correcta, entonces no podrán corregir.
4.- En realidad el grito de las urnas es que el presidente Obrador “sí está solo”, que lo dejaron solo los ocho de cada diez que lo apoyaban al inicio de su gestión y que ha perdido el 50 por ciento de quienes votaron por él
Peor aún, la cronología electoral de 2018, 2021 y 2022 muestra la tendencia sostenida a la baja. En 2018 AMLO obtuvo poco más de 30 millones, en las elecciones intermedias del 2021 cayó a 21 millones de aceptación y en la Revocación de Mandato sólo consiguió 15 millones de sufragios.
¿Qué sigue, hasta dónde llegará el piso y la debacle?
5. Queda claro, por eso, que el grito de las urnas el 10 de abril del 2022 fue contundente: una advertencia de que en la presidencial del 2024 Morena y AMLO serán echados del poder por una sociedad agraviada.
6.- Y si lo dudan vamos de nuevo a los datos duros que confirman esa tendencia numérica.
¿Por qué?
Porque no debemos olvidar que la Revocación de Mandato fue, en rigor, una elección de Estado, en donde el presidente mismo, los diputados de su partido y sus liados, además de La Corte y los tres ordenes de gobierno –federal, estatales y municipales–, votaron para que López siguiera.
Y fueron tales las prácticas fraudulentas que hoy existe el peligro de que el INE y el Tribunal Electoral anulen la elección y lleven presos a no pocos delincuentes electorales, como Mario Delgado, presidente de Morena.
7.- Lo peor es que el “lopismo” sólo logró 15 millones de simpatías –de 93 millones de potenciales electores–, a pesar del fraude, de la elección de Estado, de la propaganda oficial tramposa; a pesar de que el gobierno federal, Morena y sus aliados pagaron una costosa campaña de propaganda a favor del presidente y a pesar que en Palacio se ordenó mutilar el presupuesto del INE.
8.- Pero sin lo dudan, la mayor vergüenza para AMLO, para Morena y su “mafia en el poder” es que la Revocación de Mandato fue un plebiscito sobre la eficacia de un gobierno que, en los hechos, es fallido.
¿Qué fue lo que estuvo en juego? ¿Realmente alguien creyó la “charada” de que López se podría ir?
Primero se debe recordar que ni con el cien por ciento de los votos a favor de AMLO, en todas las casillas instaladas, se habría logrado el 40 por ciento de los votos necesarios para que la consulta fuera vinculante.
Segundo, no debemos olvidar que López era el único candidato en la boleta, por lo que tenía todo para arrasar, si es que su gobierno fuera exitoso.
Por tanto, cuando 78 millones de mexicanos dejaron solas las urnas, el grito se escuchó el todo el mundo; un grito de repudio al peor gobierno de la historia mexicana.
9.- Y frene al grito de las urnas, la respuesta de Obrador fue la del niño berrinchudo que no acepta que el juego terminó. Y aún así dice haber ganado más votos que Anaya y que Meade.
Lo que no dice es que el grito de las urnas vacías es un grito de rechazo a todo su gobierno, a la montaña de mentiras y a la falsa Transformación.
10.- ¿Qué futuro tienen, un gobierno y sus potenciales sucesores, con 15 millones de votos, en una tendencia que día a día va a la baja?
La respuesta la conocen todos: el 10 de abril del 2022 acabó el gobierno de AMLO y murió el bodrio conocido como “Cuarta Transformación”.
Claro, existe una condición para ello: que los partidos opositores entiendan que sólo la unidad y un candidato de unidad pueden obtener los votos que hoy se guardaron los ciudadanos.
Al tiempo.