Economía en sentido contrario: Banamex
Al momento de redactar estas líneas, finalizaba la maratónica sesión en la Cámara de Senadores para aprobar o rechazar reformas legislativas al denominado Plan B del Ejecutivo Federal, y restar facultades y fuerza al Instituto Nacional Electoral (INE). El esperado pronunciamiento del líder de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Ricardo Monreal se dio en plena tribuna y se manifestó en contra, pues las iniciativas a las leyes secundarias violentan a la Carta Magna.
Con 69 votos a favor y 53 en contra la cuestionada y cuestionable reforma fue aprobada por los legisladores morenistas y sus comparsas del PT y el Verde Ecologista. Monreal, el aún líder de la bancada de Morena, justificó ante el pleno el destino de su voto al argumentar que “algunas de las normas que pudieran aprobarse pueden alejarse de los principios constitucionales y esa es mi defensa. Soy legislador, académico y político que corre riesgos y asume compromisos con la sociedad”.
Y dijo más: “Es un asunto estrictamente personal. No soy ingenuo y se a lo que me enfrento. Lo único que quiero es que se respete a la Constitución”, su pronunciamiento fue aplaudido por los legisladores opositores a la Cuarta Transformación, que vieron coherencia en el zacatecano.
La sesión continuó hasta por casi 22 horas, una vez iniciada el miércoles al medio día y concluida ayer pasadas las 11 horas. Una sesión larga, ríspida y con pronunciamientos, los más a favor de la reforma, por parte de la bancada de Morena, que no escatimaron en elogios al jefe del Ejecutivo Federal, así como en contra por parte de las bancadas opositoras que acusaron de una traición a la patria alentada desde Palacio Nacional.
El hecho es que la reforma pasó y es el inicio del desmantelamiento del Instituto Nacional Electoral para dar paso a un organismo más limitado, sin colmillos para organizar y calificar las próximas elecciones. Para muchos un salto al pasado, a los años 80s, cuando los procesos electorales eran organizados y calificados desde el Palacio de Bucareli. La suerte del INE y la reforma aprobada queda ahora en manos de la Corte, donde se escenificarán ahora las batallas jurídicas.
La suerte de Ricardo Monreal queda ahora en sus manos, pues como ayer dijo: “No puedo compartir que la Carta Magna se ignore o sea burlada. Soy un hombre que enseña derecho. Soy idealista, no un pragmático feroz.”
Las reacciones al voto en contra de Ricardo Monreal a la reforma propuesta por el presidente López Obrador, no esperaron el menor tiempo. Desde Palacio Nacional y en el foro de las mañaneras le aseguró que “no habrá purgas, para que no los acusen de estalinistas”, pero ya sabemos lo que significa un no del Ejecutivo Federal. Fue de las primeras respuestas, pero faltan por pronunciarse conspicuos morenistas.
Hubo reacciones muy duras, como la del senador independiente Germán Martínez, quien le renunciara al Presidente a la dirección del Seguro Social, y ahora desde la independencia legislativa se ha convertido en un serio opositor, quien consideró que la postura de Monreal fue “tibia” y pudo haber hecho más, como influir en muchos de sus pares morenistas en el Senado para votar en contra y frenar la citada reforma.
Otros más ven ya al zacatecano como prospecto a candidato opositor. Mi amigo periodista, Alberto Carbot considera que en términos de real politik, si la Alianza no aprovecha a Monreal -quien es el único que puede fracturar a Morena desde dentro-, la candidata (o) que designe desde Palacio, hará pedazos a quien le pongan enfrente, porque no hay nadie más que pueda tener una mediana expectativa de éxito.
“El único personaje con inteligencia, pero con muy baja identificación electoral con quien contarían, y eso lejanamente, podría ser Ricardo Anaya, pero él, como digo, no cuenta con el apoyo o simpatía de algunos sectores de chairos 4Teistas, como sí los tiene -pese a todo-, Monreal”.
No creo que el zacatecano, muy ducho en las batallas partidistas, legislativas y políticas, no haya medido las consecuencias de defender al poder Legislativo y a la Constitución de los embates palaciegos. Monreal en los años que lleva de transitar diversos caminos de la política mexicana, ha sumado una gran experiencia, retorcido y afilado el colmillo y agudizado los sentidos.
Ha sumado más, incluso al interior de la misma bancada de Morena en el Senado, que restado y dividido, ha hecho acuerdos y enlaces interesantes y fuertes con legisladores y líderes de las bancadas opositoras. Lo que queda del Partido de la Revolución Democrática le ha ofrecido ya su candidatura. La amistad con el dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, es clara. Y aunque Dante ha señalado que irá sólo con su partido en el 2024, queda tiempo para armar alianzas, ante una oposición huérfana de liderazgos.
Y como cree mi amigo y analista del CIDE, Arturo Tamayo: “es la señal para una candidatura independiente”. Cosas veremos y pudiera estar como uno de los candidatos de Va por México.