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Arcadio Poveda fue “una persona versátil, excelente investigador y divulgador, dotado con una aguda imaginación y una originalidad poco común”, así fue recordado el colegiado y astrónomo mexicano que falleció el 24 de marzo de 2022, en un homenaje realizado en el Aula Mayor de El Colegio Nacional.
A un año de su partida, los colegiados Susana Lizano, Jaime Urrutia Fucugauchi, Manuel Peimbert y Felipe Leal, así como Renán Poveda Maimoni, hijo del astrónomo, se reunieron para recordar la vida y la obra de quien fuera el iniciador de la astrofísica teórica en México, en la sesión realizada en formato presencial y transmitida en vivo el 24 de marzo por las plataformas digitales de la institución.
En el Homenaje Luctuoso a Arcadio Poveda, coordinado por José Ramón Cossío y Luis Felipe Rodríguez Jorge, miembros de El Colegio Nacional, también se develó el retrato de esta gran figura de la astronomía mexicana que consolidó una importante labor de divulgación científica, realizado por la artista Linda Jiménez, en presencia de sus hijos, nietos, familiares, amigos, colegas y alumnos.
Al tomar la palabra, Felipe Leal, presidente en turno de la institución, recordó que Arcadio Poveda ingresó a El Colegio Nacional el 1 de marzo de 1989 con el discurso titulado “Estrellas dobles y múltiples: cosmogonía y evolución”. Sostuvo que fue un gran estudioso de toda la evolución estelar, la dinámica y la cosmogonía de las estrellas dobles y desbocadas.
El titular recordó que el también divulgador de la ciencia desarrolló el método Poveda en 1958, que es utilizado para determinar la masa de las galaxias esféricas y elipsoidales, a través de la relación de la masa de un sistema estelar y su luminosidad total. Además, fundó el Observatorio Astronómico Nacional de San Pedro Mártir en Baja California y, como miembro de El Colegio Nacional, colaboró en diversos libros, entre los que se encuentran Siete problemas de la astronomía contemporánea (2004), Una visión integradora: universo, vida, hombre, sociedad (2001) y La evolución en la astronomía (2006).
Arcadio Poveda Ricalde nació en la ciudad de Mérida, Yucatán, el 15 de julio de 1930. Sus trabajos de investigación se desarrollaron dentro de la astrofísica teórica, de ahí que se le considere el iniciador de esta disciplina en México. Sus estudios se centraron en la evolución estelar en sus dos extremos, el nacimiento de las estrellas y su muerte. Para el colegiado Luis Felipe Rodríguez Jorge, Poveda fue una persona versátil, “un excelente investigador y un excelente divulgador, maestro y administrador de asuntos académicos”.
En un video proyectado por esta institución, que reunió testimonios en vida del doctor Poveda Ricalde, el también Premio Nacional de Ciencias y Artes 1975, aseguró que la astronomía nos ha liberado de mitos y temores sobre los fenómenos del pasado. Una contribución muy importante a la cultura y a la civilización. “Las estrellas no nacen solas, no viajan solas, pero a veces se separan”.
Al tomar el micrófono, el astrónomo y colegiado Manuel Peimbert comentó que Arcadio Poveda fue dotado de una gran curiosidad por los fenómenos físicos, una aguda imaginación y una originalidad poco común. “Su curiosidad no tenía límites y abarcaba distintas ramas de la astronomía”. Recordó que cuando llegó la primera computadora a México, la IBM G50 instalada en la Facultad de Ciencias, en 1958, Poveda identificó inmediatamente el potencial que representaba para la comunidad astrofísica y propuso un escenario con varias predicciones muy avanzadas para su tiempo.
Además, el astrónomo mexicano predijo la existencia de infrarrojos en estrellas jóvenes, predicciones que fueron confirmadas posteriormente por observaciones y constituyen una parte importante del conocimiento actual de la formación estelar y planetaria.
Por su parte, el colegiado José Ramón Cossío manifestó que Arcadio Poveda buscó entender cabalmente todo lo que le rodeaba y a todos con quienes conversaba, “un signo importante de honestidad intelectual”. Prueba de lo anterior fueron sus investigaciones sobre la presencia de una nebulosa aplanada de gas y polvo, alrededor de estrellas jóvenes, de la cual se formarían los sistemas planetarios.
De acuerdo con la colegiada Susana Lizano, lo que Poveda quería explicar era la existencia de estrellas jóvenes que nacen rodeadas de luz y polvo, que hoy en día se conocen como discos protoplanetarios. “La predicción de Arcadio fue que debía ser posible encontrar estrellas infrarrojas con temperatura de 400 grados Kelvin. Actualmente existen telescopios en Tierra y satélites que observan a estos objetos celestes en radio y en infrarrojo, como Arcadio lo predijo”.
“Le interesaba explicar el fenómeno FU Orionis, en el que algunas estrellas incrementan su brillo rápidamente en algunos meses”. Actualmente el aumento de luminosidad se atribuye al material de disco que acreta la estrella. En palabras de Lizano, Arcadio Poveda fue un pionero que propuso ideas novedosas para explicar varios fenómenos conocidos, en particular, aquellos relacionados con el caso de las estrellas jóvenes. “Sus propuestas fueron confirmadas”.
En su participación, el colegiado Jaime Urrutia Fucugauchi, aseguró que los temas de interés del homenajeado iban mucho más allá de la formación de las galaxias, incluían las supernovas, los cometas, los asteroides, el cráter de Chicxulub y la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años. “El cráter de Chicxulub fue un evento que cambió la evolución de la vida y abrió una gran cantidad de nuevas líneas de investigación sobre el tema: hay pedazos de Yucatán en todo el planeta”.
De acuerdo con Urrutia Fucugauchi, el cariño que Poveda tuvo por su tierra natal, se reflejó en el impulso a la ciencia, no sólo en la astronomía con el observatorio que lleva su nombre y en las diversas exposiciones relacionadas con Chicxulub, presentadas en el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, sino que impulsó la formación de nuevas carreras, incluyendo la Ingeniería Física en la Universidad Autónoma de Yucatán. “Entre los logros que alcanzó se encuentra el Museo de Ciencia Chicxulub, con un conjunto de laboratorios muy bien equipados”.
Renán Poveda, hijo de Arcadio Poveda, sostuvo que “desde niño hasta sus últimos días , la ciencia lo fue todo para mi papá. El cielo de Yucatán y la brisa del mar de Puerto Progreso le dieron la inspiración para que desde una temprana edad la astronomía se convirtiera en su pasión y su vida”. Uno de sus propósitos fue siempre poner en alto el nombre de la ciencia en México. “En ese sentido podemos decir que no sólo lo consiguió, sino que lo superó”.
Agregó que más allá de los avances y logros que se destacaron en este homenaje, Arcadio Poveda motivó a sus estudiantes el interés por la ciencia y a su colegas e investigadores la promoción de la divulgación científica en el país. “Los que conocieron a mi papá de cerca fueron afortunados de presenciar su genialidad, su sencillez, su personalidad amigable, su generosidad, su sinceridad, su amor y su gran sentido del humor”. Puntualizó que su padre fue una persona humilde y los reconocimientos que obtuvo siempre los vio como un logro para México. “Él era un hombre feliz. Nos deja una enorme lección sobre lo que debemos aspirar en esta vida”.
“Hace un año mi papá murió. Se apagó una luz en la Tierra y seguramente ese día nació una nueva estrella en algún lugar en el Universo y, como solía decir que las estrellas nunca viajan solas, seguramente podemos concluir que, actualmente se encuentra en una simpática órbita con otras estrellas, que incluye a su amada Helga y a todos sus seres queridos”, finalizó Renán Poveda.
El Homenaje Luctuoso a Arcadio Poveda, coordinado por los colegiados José Ramón Cossío y Luis Felipe Rodríguez Jorge, se encuentra disponible en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx.