Bloquearon en la colonia Reforma por feminicidios no aclarados en Oaxaca
HUAJUAPAN, Oax. 25 de abril del 2023.- Omar Esparza Zárate, viudo de Betty Cariño Trujillo, activista mixteca asesinada en el 2013 en San Juan Copala, dijo que suman 13 años en que el Estado Mexicano no ha hecho justicia, y persiste el crimen en la impunidad.
Refirió que este 25 abril salieron a las calles a protestar y pedir al Gobierno Federal y Estatal que se generen mecanismos que permitan proteger a los testigos protegidos, ya que la injusticia persiste. Esparza Zárate, refirió que hace 13 años un grupo de sicarios le arrebato la vida a su compañera de vida y la madre de sus hijos, y que desde entonces no ha existido justicia, y que a pesar de que han tocado puertas en todas las instancias no hay ni una sola persona procesada por este crimen.
Dijo que han tenido un par de encuentro con el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, ya que refirió que los cuatro presuntos implicados que estuvieron detenidos y que nunca fueron procesados y salieron libres, ya que en México no existe un programa de protección a testigos, por lo que esto permitió que no exista justicia.
“Han pasado ya 13 años, sabemos que esto no va resolverse por esta vía, por eso es que hemos acudido desde hace varios meses a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y en ese marco estamos ahora, porque esperamos que ahora buscamos que se haga justicia”, añadió.
Recalcó que la jornada de lucha que realizaron este 25 de abril es para recordarle al Estado Mexicano que no hay justicia, en el caso de Huajuapan tomaron la Fiscalía General de República (FGR), así como la Vicefiscalía de Justicia en la Mixteca y bloquearon por unos instantes la carretera federal 190 Huajuapan- México a la altura de Agua Dulce, ya que retuvieron un autobús, pues se dirigen hacia el estado de Chiapas.
El 27 de abril del 2010, Alberta Cariño Trujillo mejor conocida como Betty Cariño, su esposo Omar Esparza Zárate y demás activistas, entre ellos; Jiry Jaakkola, salieron en una caravana humanitaria hacia Santiago Juxtlahuaca y posteriormente a San Juan Cópala, con la finalidad de visibilizar la violación de derechos humanos que sufrían las mujeres y niños en esta comunidad, cuando fueron interceptados por un comando armado, entonces, Betty y Jiry fueron asesinados.