Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
Hace unas semanas informé en este espacio sobre la presentación de mi más reciente libro La pandemia de COVID-19 en Oaxaca. Apuntes semanales, que reúne los artículos que publiqué lunes a lunes en este diario Noticias a lo largo de los poco más de dos años que duró la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2. Es un libro que habla de todos nosotros y de lo que vivimos día a día durante ese arduo periodo de nuestra vida y agradezco a Manuel Grañén Porrúa el esfuerzo de publicarlo en su prestigiosa editorial, recordando que dos libros míos anteriores, El desafío de Oaxaca (2011) y Reflexiones desde mi curul (2015) fueron publicados en la editorial de su tío, Miguel Ángel Porrúa, a quien también admiro y agradezco.
Presentar un libro es motivo de orgullo y celebración, en primer lugar para el autor, naturalmente, pero también para la sociedad en la que vive, de la que se nutre y a la que se debe ese autor. Un nuevo libro es siempre una buena noticia y su presentación suele hacerse en un recinto consagrado por la costumbre para las ocasiones solemnes, con la presencia de especialistas, críticos, medios de comunicación y público interesado en el desarrollo cultural. Este fue el caso de La pandemia de COVID-19 en Oaxaca, presentado el pasado 14 de julio en la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa, distinguida joya de ese patrimonio cultural de la humanidad que es nuestra querida ciudad de Oaxaca, con la asistencia de un público que acogió con simpatía esta nueva propuesta editorial. Una presentación que, como autor, agradecí profundamente.
Faltaba, sin embargo, algo más. Había un ámbito al que este libro en particular incumbía directamente y era el de las familias oaxaqueñas. ¿Quién había sufrido en carne propia los embates de la pandemia? La salud de las familias fue la que se vio comprometida por esa enfermedad que nos llegó como una tremenda fuerza de la naturaleza y a quienes más golpearon los estragos que provocó en nuestra economía fue sin duda a esos hogares.
Decidí llevar mi libro bajo el brazo y comenzar a caminar por las agencias, barrios y colonias de la ciudad de Oaxaca, para presentarlo en los hogares que me invitaron a hacerlo con gran generosidad. He estado platicando de mi libro en el seno de estas familias, recordando lo que fueron los días de la pandemia y escuchando una y mil historias de cómo la vivió cada una ellas, relatos lleno de matices que enriquecen increíblemente nuestra forma de mirar lo que pasó y que darían para un nuevo libro por derecho propio.
En mis visitas a los hogares me conmovió profundamente escuchar a algún miembro de la familia leer fragmentos del libro y ver cómo esos fragmentos eran los que disparaban los recuerdos y las anécdotas, trayendo a la conversación a veces lágrimas, a veces risas, a veces nada más el alivio de saber que ya había pasado todo. He podido constatar que la pandemia generó entre las familias una conciencia de grupo en torno a la salud, en el sentido de que sólo entre todos podemos enfrentar contingencias como la que tuvimos o como, les digo, las que vendrán.
Ir de camino con él bajo el brazo era, efectivamente, lo que me estaba pidiendo este libro para alcanzar con plenitud el sentido social que me motivó en primera instancia a escribirlo. Siento que solamente ahí, entre las familias que vivieron y sufrieron la pandemia en Oaxaca, es que este libro puede alcanzar su meta de contribuir a esa memoria colectiva que a final de cuentas es la que nos va dando historia y va labrando nuestra cultura. Muchas gracias a todas y a todos los que me han recibido en sus casas para hablar de este libro y del tema que aborda, que nos involucra a todos.
Aprovecho para invitar a todos ustedes a la conferencia “La crisis del agua y sus implicaciones en Oaxaca”, que impatirá el gran especialista en la materia, doctor Enrique Provencio, el próximo miércoles 23 de agosto a las 17:00 horas en la misma Biblioteca Fray Francisco de Burgoa. Con esta conferencia, que será moderada por el doctor en historia Carlos Tello Díaz y es la segunda del ciclo “La ciudad de Oaxaca, patrimonio de la Humanidad, y sus grandes problemas”, será precedida por un concierto de la Camerata Oaxaca a las 16:00 horas. Los esperamos, ¡y que viva Oaxaca!