Economía en sentido contrario: Banamex
Apunte diario sobre letras hipnóticas
Con afecto para mí gran Terapeuta Paola B
Cuando era chavito, mi padre recortó un cromo de un calendario, allá por 1973 o 74, que llamó mucho mi atención de niño, años enteros colgó de un clavo en su despacho enmarcado en un sencillo cristal que preservó su belleza.
Mi padre se fué ( Nahum Vásquez Escamilla 1930-2006, Minas, Sola,-Oaxaca, Oaxaca) y no supe más de ese cromo que me ha impactado siempre por su gran belleza, ahora mismo lo estoy mirando con los ojos del alma y la añoranza del doctrino que ve a un Jesús desde arriba, sin sangre, sin rostro y hermoso, en una singular perspectiva, siempre perfecto.Siempre Jesús-Dios
En alguno de mis tantos pasos por el mundo lo volví a encontrar, resguardado apenas y su belleza me cautivó de nuevo. Recurrí a saber, siempre saber y llegué a dos personajes que han llenado el incansable espíritu de la humanidad, hermanados por la grandeza, el misticismo y la belleza, sin poder ser más diferentes:
San Juan de la Cruz y Eugenio Salvador Dalí.:
El HIPNÓTICO CRISTO DE SAN JUAN DE LA CRUZ POR SALVADOR DALÍ.
«Todos estamos locos…pero no es usted el loco que soy yo, porque en mi locura mando yo»
(advu)
Parte 1:
Salvador Dalí, influido por el misticismo de San Juan de la Cruz, creó «El Cristo de San Juan de la Cruz», una pintura única en perspectiva y técnica. La imagen muestra a Jesús crucificado, su cabeza como punto focal, mirando hacia abajo. Inspirado por un sueño hipnótica y dibujo místico, Dalí pintó al Cristo sin las heridas tradicionales, flotando cerca de la cruz, rodeado por un paisaje sereno de Port Lligat.
Parte 2:
La elección de modelos y elementos en la pintura revela la originalidad de Dalí. Usó a Russ Saunders y posiblemente a Diego Schmiedl como modelos para el Cristo y pescadores famosos para la parte inferior. La controversia rodeó su adquisición por los museos de Glasgow, aunque esta relación permitió una amistad con Dalí.
El acto vandálico en 1961 resultó en daños que pudieron ser restaurados, y la obra sigue siendo un ícono.
Parte 3:
Dalí describió su visión en un artículo, explicando su inspiración y cómo un segundo sueño hipnótica modificó su enfoque, buscando representar la belleza metafísica del *Cristo-Dios. La perspectiva desde arriba aporta drama, con las nubes místicas iluminadas por el resplandor de la cruz y Cristo.
Aunque diferente de las representaciones clásicas, el cuadro logra transmitir un sentido de humanidad y humildad en la Crucifixión, lo que contribuye a su originalidad y espectacularidad.
Escalera
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La historia detrás de «El Cristo de San Juan de la Cruz» de Salvador Dalí es un fascinante recorrido a través de su proceso creativo, su influencia mística y su posterior impacto en el mundo del arte.
En la década de 1950, Dalí recurrió al tema de la crucifixión en varias ocasiones, y una de las representaciones más icónicas nació de su interés por las teorías del arquitecto del siglo XVI, Juan de Herrera.
Basándose en la perspectiva cúbica de Herrera, Dalí ideó una visión única y enigmática de la crucifixión.
En sus escritos y declaraciones, Dalí mencionó haberse inspirado en un dibujo del místico San Juan de la Cruz y en un sueño donde vio un círculo dentro de un triángulo, que representaba el núcleo del átomo. Esta inspiración mística se combinó con su propia perspicacia técnica para dar vida a la obra.
La perspectiva es uno de los aspectos más distintivos de la pintura.
Dalí eligió representar a Jesús crucificado desde arriba, mirando hacia abajo. Esto crea un efecto visual poderoso, con la cabeza de Cristo como punto central, rodeado por un paisaje sereno. La composición única, combinada con la elección de no mostrar las heridas tradicionales y la inclusión de modelos famosos, contribuyó a la singularidad de la obra.
La trascendencia de «El Cristo de San Juan de la Cruz» radica en su capacidad para generar discusiones y reflexiones profundas.
Dalí se alejó de las representaciones convencionales de la crucifixión y buscó transmitir la belleza metafísica de Cristo-Dios.
Esta interpretación única desafió las normas artísticas establecidas y provocó tanto admiración como controversia.
La pintura fue adquirida por los museos de Glasgow en 1952, marcando un punto de inflexión en la relación entre Dalí y la ciudad.
A pesar de ser objeto de controversia y de un acto vandálico en 1961, donde sufrió daños que posteriormente fueron reparados, la pintura ha dejado una huella duradera en la historia del arte.
La manera en que Dalí combinó su profunda inspiración mística con su genialidad técnica resultó en una obra maestra que sigue siendo objeto de admiración y estudio hasta el día de hoy.
«El Cristo de San Juan de la Cruz» es un ejemplo vivo de la capacidad del arte para trascender lo convencional y provocar la reflexión sobre lo divino y lo humano.
Dalí
El Genio Loco
Salvador Dalí
Eugenio Salvador Dalí
(1904-1989) fue un pintor, escultor, escritor y artista multidisciplinario español conocido por ser uno de los máximos exponentes del surrealismo. Su obra es icónica por su estilo único y su habilidad para combinar lo real y lo fantástico en una forma altamente distintiva.
Dalí fue un maestro de la técnica y creó imágenes que desafiaban la lógica y exploraban el subconsciente.
En relación con «El Cristo de San Juan de la Cruz», Dalí creó esta pintura en 1951 y es considerada una de sus obras más controvertidas y notables.
La perspectiva única en la que representa a Cristo crucificado, mirando desde arriba hacia abajo, y la ausencia de las heridas y la sangre tradicionales, hicieron que la obra se destacara.
A través de esta reinterpretación, Dalí buscó transmitir la belleza metafísica del Cristo-Dios y desafiar las representaciones convencionales de la crucifixión.
La trascendencia de «El Cristo de San Juan de la Cruz» radica en su capacidad para fusionar la espiritualidad y la innovación artística.
Dalí logró crear una obra que provocó discusiones y debates sobre su interpretación y significado, además de demostrar su habilidad técnica única.
Esta pintura en particular también jugó un papel importante en la relación de Dalí con Escocia, ya que fue adquirida por los museos de Glasgow en 1952.
A lo largo de su carrera, Dalí produjo una vasta cantidad de obras surrealistas que exploraban temas como el subconsciente, el sueño y lo irracional.
Su influencia en la historia del arte es innegable, y su estilo único y su enfoque creativo siguen siendo estudiados y admirados por artistas y amantes del arte en todo el mundo. «El Cristo de San Juan de la Cruz» se mantiene como una joya en la corona de su legado artístico, y su trascendencia radica en cómo desafió las normas y abrió nuevas perspectivas en la representación de lo divino a través del arte.
El Gigante
San Juan de la Cruz
San Juan de la Cruz (1542-1591) fue un místico y poeta español que desempeñó un papel fundamental en la tradición mística y espiritual de la Iglesia Católica.
Su legado se basa en su profundo compromiso con la contemplación, la búsqueda de la unión con Dios y su capacidad para expresar estas experiencias a través de la poesía y la escritura.
La mística de San Juan de la Cruz se centra en la «noche oscura del alma», un concepto que él desarrolló en sus escritos y que se refiere a un estado de purificación espiritual en el que el alma experimenta un sentimiento de aridez, oscuridad y desolación mientras se esfuerza por alcanzar la unión íntima con Dios.
Este proceso se considera un camino hacia la divinidad y la perfección, en el que el individuo se despoja de sus deseos egoístas y se abre a la gracia divina.
Una de sus obras más influyentes es «La noche oscura», donde describe este proceso de purificación y la búsqueda de la unión con Dios.
San Juan de la Cruz también escribió «Cántico espiritual» y «Llama de amor viva», entre otras obras, en las que utiliza un lenguaje poético y alegórico para expresar sus profundas experiencias místicas y su relación con lo divino.
La trascendencia de San Juan de la Cruz radica en su capacidad para capturar la experiencia mística en palabras y su influencia en la espiritualidad cristiana. Sus escritos han tenido un impacto duradero en la literatura espiritual y en la forma en que las personas abordan su relación con Dios. Su enfoque en la búsqueda de la unión íntima con lo divino, a pesar de las dificultades y desafíos, resonó no solo en su época, sino también en generaciones posteriores de buscadores espirituales.
San Juan de la Cruz es considerado uno de los más grandes místicos y poetas de la historia, y su legado sigue inspirando a aquellos que buscan una conexión más profunda con lo trascendental.
Sus enseñanzas sobre la importancia de la purificación espiritual, la contemplación y la entrega a Dios han influido en la espiritualidad católica y en otras tradiciones religiosas, y su poesía sigue siendo leída y apreciada por su belleza y profundidad espiritual.
Con admiración a dos seres humanos tan disímbolos cómo Dalí y San Juan de la Cruz: