Cortinas de humo
Las casas encuestadoras, de manera voluntaria o no, son ya partícipes de un nuevo atentado contra la democracia al publicar también, de manera anticipada, encuestas sobre una carrera presidencial que oficialmente aún no comienza…
Una de las debilidades de nuestra democracia en estos tiempos de López Obrador es el enorme desprecio por la Ley promovido desde Palacio Nacional e imitado por todos los actores políticos tanto del gobierno como de los partidos que se supone la sostienen.
El Instituto Nacional Electoral (INE) se muestra débil ante los ataques oficiales y permite las campañas anticipadas de Claudia Sheinbaum y de Xóchitl Gálvez, a las que solo hace esporádicos señalamientos tímidos mientras siguen promoviéndose abiertamente por todo el país.
López Obrador, por su parte, se burla incluso de las resoluciones que le piden (sí, le piden) no favorecer a su candidata y lo hace, una y otra vez, sin el menor recato.
Las casas encuestadoras, de manera voluntaria o no, son ya partícipes de un nuevo atentado contra la democracia al publicar también, de manera anticipada, encuestas sobre una carrera presidencial que oficialmente aún no comienza y que reflejan el impacto de las campañas de las dos candidatas de los partidos.
Obviamente Claudia aparece muy arriba, pues empezó hace tres o cuatro años, López Obrador la destapó y desde entonces gobernadores, presidentes municipales, legisladores y liderazgos locales afines al régimen la han hecho crecer en una carrera que comenzó, por lo tanto, con una sola competidora.
Solo unos pocos morenistas creyeron que habría otra posibilidad, cuando la decisión ya estaba cantada.
Así como la Ley prohíbe las encuestas días antes de que los votantes acudan a las urnas para no influir en el sentido del voto, me parece que deberían regularse antes del inicio formal de las campañas, sobre todo en las circunstancias que vivimos hoy, cuando estamos inmersos claramente en una elección de estado.
Veremos cada vez con mayor frecuencia y desde diferentes empresas encuestas y deberemos leérlas en su dimensión exacta, como fotografías del momento en que se realizan y no como pronóstico de un resultado que no se ha comenzado a escribir legalmente.
Estoy seguro de que la ciudadanía tendrá nuevos elementos para decidir su voto en cuanto pueda contrastar perfiles y propuestas no solo de las candidatas que se adelantaron, sino de los que vayamos a aparecer en las boletas el primer domingo de junio del 2024. Ya habrá tiempo, conforme lo señala la Ley, para hacerlo.
Los partidos políticos de siempre siguen extraviados sin ofrecer espacios reales a los ciudadanos, bueno, ni a sus propios militantes. Por eso voy a ser candidato independiente a la presidencia de México, porque quiero ser el representante de quienes quieren un mejor futuro para sus hijos, de los que quieren vivir y trabajar en paz, de los que se cansaron del PRI y del PAN, de quienes no quieren que continue la destrucción de nuestras instituciones, de las personas en desventaja.
Mientras tanto sigo recorriendo el país pidiendo el apoyo para construir entre todos el mejor proyecto, el más incluyente, el más ambicioso, pero también el más realista, para llevar a nuestra patria al estadio que se merece, para devolverle la paz y la seguridad a todos, para acabar con la pobreza y para desterrar para siempre la corrupción.
¡Échale tu firma!, y vamos para adelante por la presidencia de México en el 2024.