Redacción/Quadratín Oaxaca
- Hay amplio consenso y creciente evidencia documental sobre la formidable importancia de la Cordillera Norte para los Valles Centrales, por su gran patrimonio biocultural, su papel clave en el abasto de agua y la regulación climática, así como su potencial productivo, educativo, cultural y turístico. La cordillera es estribación de la Sierra Juárez, una de las regiones prioritarias de conservación de México, y el último gran macizo forestal de la región, que comprende alrededor de 50 mil hectáreas en 10 municipios.
- Los habitantes locales y las comunidades conocen desde la antigüedad esta importancia y han protegido su monte con las normas tradicionales y más recientemente con instrumentos como los ordenamientos territoriales o las áreas destinadas voluntariamente a la conservación. Por otro lado, diversas iniciativas y movilizaciones recientes, de organizaciones de la sociedad civil, grupos privados y autoridades de varios niveles de gobierno, se han enfocado en la producción sustentable y la conservación.
- Sin embargo, estos esfuerzos sociales o públicos han sido insuficientes para enfrentar los severos procesos de deterioro social y ambiental. Los Valles Centrales han perdido un tercio de su cobertura natural en las últimas cuatro décadas y las tendencias destructivas se acentúan: incendios, plagas forestales, desecación, erosión, contaminación, desintegración social y productiva. Si no tomamos medidas urgentes y decididas, la zona conurbada de Oaxaca y su entorno estarán pronto al borde del colapso: padecerán más sed, experimentarán una severa contaminación, el clima se hará extremoso y deberán traerse productos silvícolas y agropecuarios de lugares cada vez más lejanos. Las comunidades históricas de los alrededores de Oaxaca habrán sido engullidas por la ciudad, y sus habitantes ingresarán al desempleo y subempleo urbanos o habrán emigrado al extranjero, con el consecuente deterioro de su cultura y el tejido social.
- Las presiones de la expansión urbana se agudizaron a partir de 1991 con la construcción del mal llamado libramiento carretero del norte de la ciudad de Oaxaca, que podemos considerar el nacimiento del movimiento ambientalista moderno en la entidad. Esta obra agudizó el deterioro regional y sigue provocando enojos ciudadanos, en particular porque varios gobernantes y sus socios, de manera abierta o solapada, siguen especulando con los terrenos aledaños y han intentado reabrirlo. Es larga la lista de otras agresiones en contra de la Sierra, muchas de ellas impulsadas por el propio gobierno, como la línea de conducción eléctrica de la CFE, el tanque de almacenamiento de agua en San Felipe, la ampliación a cuatro carriles de la carretera del cerro del Fortín o el malogrado intento de establecer en éste un centro de convenciones.
- Con estos antecedentes, multitud de instrumentos legales y administrativos se han instaurado para frenar la destrucción, empezando en 1937 con los decretos del general Lázaro Cárdenas, el parque nacional Benito Juárez y la zona protectora forestal del norte de la ciudad. Sin embargo, durante muchos años estas áreas naturales protegidas, como muchas otras en México, no pasaron del papel donde se plasmaron: nunca fueron deslindadas ni expropiados como exigía en su momento la ley forestal. No contaron con estudios, vigilancia ni infraestructura alguna y las comunidades aledañas no las reconocieron más que como una vaga referencia, levemente amenazadora, del gobierno federal.
Otro tanto sucedió con los decretos estatales de 1992 emitido por el gobierno del estado y el de 2010 que el cabildo de Oaxaca de Juárez emitió para actualizar las zonas de conservación ecológica del municipio. Además en 1994 se aprobó, con carácter de ley estatal, el Plan de Ordenamiento de la Zona Conurbada de la Ciudad de Oaxaca, que reconoce la importancia de la sierra y prevé usos de preservación ecológica y agropecuarios. - Este plan, no siempre acatado, no sólo fue rebasado por el crecimiento urbano sino que no fue elaborada ni promulgada la actualización que debía sucederle. Ese mismo año se decretó el parque estatal Cerro del Fortín. Finalmente están las regulaciones de uso del suelo estatal (El Programa de Ordenamiento Ecológico Regional del Territorio del Estado de Oaxaca) y al menos ocho ordenamientos territoriales comunitarios o municipales.
En aras de resumir la información detallamos de manera anexa otros elementos normativos
que han intentado proteger la cordillera y frenar su proceso de deterioro. Resaltamos
empero que estos instrumentos se sobrelapan o contradicen y con frecuencia su alcance
territorial es incierto. Si a esto añadimos la incertidumbre en materia de tenencia de la tierra
y de traslados de dominio de la zona y los intereses económicos y políticos que subyacen
entenderemos el complejísimo rompecabezas con el que nos enfrentamos. - Es en este contexto se da el reciente intento, en el cabildo de Oaxaca de Juárez, de derogar un acuerdo que mantiene suspendidos los trámites y autorizaciones de cambio de uso de suelo en zonas de reserva del municipio. Esto provocó polémicas y enfrentamientos entre ambientalistas y quienes se dicen propietarios de terrenos en el Ejido Guadalupe Victoria y zonas aledañas, por lo que la medida ha quedado en suspenso. Este impasse puede derivar en el escalamiento de conflictos y crispación social.
- La suspensión de trámites era una medida provisional, la cual afecta a poseedores y propietarios y no puede mantenerse indefinidamente. Por otra parte hay poderosos intereses que pugnan, como lo han hecho desde hace años, por eliminar restricciones ambientales a sus beneficios inmobiliarios. Requerimos acciones decididas y urgentes, pero a la vez orientadas a la solución de fondo: Un plan concertado para el conjunto de la Cordillera.
- Conservar la cordillera es tarea urgente y prioritaria de sociedad y gobierno. Por razones biofísicas, sociales y financieras, es completamente inviable el desarrollo urbano en la cordillera. Proponemos que las autoridades de los tres niveles de gobierno y el poder legislativo, preferentemente de manera conjunta, emitan una declaración pública que considera de interés público y de la más alta prioridad la protección de esta zona y sus servicios ecológicos. Debería especificarse que esto debe tener consecuencias jurídicas, administrativas y presupuestales.
Tal pronunciamiento ha de acompañarse del compromiso de respetar derechos legítimos de posesión y propiedad de particulares, núcleos agrarios y comunidades, así como el derecho humano colectivo a un medio ambiente sano. Asimismo, debe ratificarse la disposición de privilegiar la concertación como medio para dirimir diferencias. - En función de lo anterior, proponemos que se constituya a la brevedad un grupo de trabajo, integrado por representantes de los gobiernos federal, estatal y municipal y los legisladores, para proponer e instaurar las medidad de corto y largo plazo requeridas para la conservación de la cordillera y la elaboración de su plan.
Una de las tareas inmediatas es que el Gobierno del Estado determine y haga público el polígono del área natural protegida. De igual forma es necesario iniciar un estudio sobre la tenencia de la tierra tomando en cuenta todos los instrumentos mencionados.
Este grupo de trabajo deberá ser de alto nivel para tener capacidad de decisión, apoyo político y facilidades de operación. En una segunda etapa, habrá de Integrar a municipios y nucleos agrarios. Además, es fundamental vincularse y con espacios de concertación ya existentes, como el Foro Oaxaqueño del Agua, el Consejo Técnico Asesor del Parque Estatal Cerro del Fortín, el grupo de trabajo del Crestón, el consejo consultivo del Medio Ambiente de Oaxaca de Juárez, la Unión de Comisariados de la Cordillera de Valles Centrales, Instituciones Académicas, el Consejo Estatal Forestal, las organizaciones de la sociedad civil que han manifestado su preocupación, entre otros.
Asimismo, y a mediano plazo, el grupo propiciará la creación de un consejo técnico- científico, integrado `por reconocidos expertos y académicos en temas jurídicos, urbanísticos y ambientales que sustenten las medidas propuestas y la elaboración del plan.
- En el ámbito de Oaxaca de Juárez, proponemos que el cabildo mantenga la suspensión de autorizaciones de cambio de uso del suelo y trámites correlativos en las áreas correspondientes a las áreas naturales protegidas federales, los parques estatales El Fortín y El Crestón, la zona federal de ríos y arroyos, la zona por arriba del libramiento norte, los terrenos de propiedad federal, estatal y municipal y las zonas de alto riesgo de acuerdo con el atlas municipal correspondiente.
- En otras áreas, podrán realizarse trámites y autorizaciones condicionados al visto bueno estatal o federal cuando se requieran y con los criterios de desarrollo urbano correspondientes a zonas habitacionales de baja densidad que establecen el POZCO de 1994 y la propuesta de Plan de Desarrollo Urbano de 2011.
- En las medidas de corto y largo plazo que se adopten, habrá de mantenerse una visión integral, de cuenca, y un enfoque metropolitano, multidisciplinario y transectorial. Como el aporte decisivo de la cordillera es el agua, esto exige una perspectiva de cuenca hidrológica, que permita gestionar bien otros componentes naturales, como el suelo, la cubierta vegetal, los animales y los ecosistemas en general. También implica orientar las políticas públicas sobre el agua en la cordillera y en general en los Valles Centrales con los DIEZ PUNTOS PARA UNA POLÍTICA DEL AGUA elaborados colectivamente en el Foro Oaxaqueño del Agua.
- Debemos asegurarnos de que cualquier proyecto u obra pública en la cordillera:
a) Sea Integral y ambientalmente sustentable.
b) Cumpla de fondo y forma con las leyes aplicables en la materia.
c) Esté apropiadamente concertado y socializado, y que su ejecución sea
técnica y financieramente transparente.
Los observatorios ciudadanos y la contraloría social son mecanismos que bien pueden asociarse con el proceso de concertación que hemos referido. Por otra parte, las proponemos concentrarnos en Intervenir en modo «acupuntura», optando por planes, proyectos y/o programas que por su carácter crítico, demostrativo y simbólico, tengan las mejores posibilidades de inducir cambios más profundos y generalizados. Se trata de identificar y escoger las escalas apropiadas de acción y buscar Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) que han de contribuir a la mitigación y la adaptación al calentamiento global.
- Lo que aquí proponemos requiere de voluntad política, ánimo de concertación y coordinación, visión estratégica y recursos financieros. Proponemos explorar de inmediato la constitución de un fondo metropolitano con recursos y participación pública, privada y social y en concordancia con otros mecanismos ya operando como los de pagos por servicios ambientales del gobierno federal.
Mayores Informes:
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• Facebook: Foro Oaxaqueño del Agua e Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de
Oaxaca INSO
• Página: https://forooaxaquenodelagua.wordpress.com/
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