Detox digital

¿Han visto ustedes apreciados lectores lo que hoy en comunicación denominan memes, reels, etcétera? Dicen que eso es lo que comunica y que nadie lee más de dos lineas (antes los llamábamos renglones, ¿recuerdan?).

¡Aaaah! El Progreso tecnológico y la maravilla de la inteligencia artificial. En verdad que la era de la comunicación en tiempo real, según el último informe del Monitor Global del Emprendimiento (GEM por sus siglas inglés) 2023 de la Unesco sugieren una relación negativa entre el uso excesivo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) con el rendimiento académico de los estudiantes, por ello algunos países, entre ellos Francia, Países Bajos y Reino Unido tienen prohibiciones expresas acerca del uso del teléfono inteligente.
Si bien es cierto que los avances tecnológicos abren posibilidades de innovación en el ámbito educativo, que llevan a repensar los procesos de enseñanza/aprendizaje y a llevar a cabo un proceso continuo de actualización profesional; también es cierto que los sistemas educativos deben garantizar siempre que los intereses de los alumnos se sitúen en el centro y que las tecnologías digitales se utilicen para apoyar una educación basada en la interacción humana en lugar de pretender sustituirla.

En la vida diaria el fomento para el uso del dispositivo móvil se da desde la casa misma. Es muy común ver a bebés siendo entretenidos con un teléfono inteligente, a niños que dejando de ser bebes utilizan el teléfono con el movimiento de sus inocentes dedos.

Adolescentes que determinan actos de su vida con la información que reciben desde su smartphone. Incluso adultos que por nada dejan a un lado tan importante sistema de comunicación. Mesas y reuniones sin teléfono en mano, no tienen sabor hoy en día.

Es momento de la reflexión para tomar como medida iniciar un proceso claro y determinante para poner orden a conceptos nuevos como el de desaparecer de redes pero hacer humana la casa para que se vuelva hogar. Así que informo, aunque no soy apasionado de redes y a esas cosas que los jóvenes llaman estar al día en tiempo real, que inicio mi propio detox digital.