Va Sheinbaum por construcción de más caminos rurales en 2025
HEROICA VILLA de San Blas Atempa, Oax. 20 de mayo de 2024.- Desde la tierra que lo vio nacer, crecer y formarse profesional y políticamente, arropado por sus hermanas y hermanos de sangre zapoteca, Nino Morales candidato de Morena al Senado, fue ovacionado como el hijo y amigo del pueblo.
Entre vivas y una algarabía, lleno de color, el indígena morenista, habló con el corazón a través de la lengua que le enseñaron sus abuelos y padres.
Fue contundente en decir que la nueva historia de su Oaxaca querido, la escriben los pueblos originarios, a través de la grandeza ancestral que guardan.
Nino Morales platicó con sus paisanas y paisanos, fue abrazado con gran cariño por las abuelitas que lo vieron crecer, fue recibido con gran entusiasmo por sus amigas y amigos con quienes compartió sus estudios primarios y también fue aplaudido por aquel grupo de jóvenes que al igual que él, con una gorra en la cabeza, jugaban al fútbol en las calles Nicolás Bravo y Calzada del Panteón, en aquella esquina, en donde se ubica la casa que cobijó al candidato morenista, cuando el sueño era llegar con trabajo y transformar.
Los campesinos ahí, estaban presentes, con el sombrero puesto, aquel que les ayuda a cubrirse del sol, cuando acuden al campo, y que portaron orgullosos porque al igual que Nino Morales, con la gorra que lo caracteriza, confirmaron que a través de su paisano y amigo, contarán en el Senado con una auténtica voz que sí conoce de su sector.
Y también fue ovacionado, Nino Morales, por la nueva generación de jóvenes que ven en él, esa esperanza que solo un joven indígena a través de Morena, puede representar.
Entre alegrías y nostalgia por el terruño añorado, el fundador del partido guinda, dijo que su alma y corazón, hoy más que nunca se llena de fuerza para seguir recorriendo Oaxaca y llevar el mensaje de esperanza que les inculcó su máximo líder el licenciado Andrés Manuel López Obrador, «porque la esperanza está en Morena y es nuestra para caminar y ganar».