Dos meses de huelga, miles de asuntos pendientes
El pasado 4 de octubre se cumplieron 200 años de la entrada en vigor de la constitución de 1824, la primera después del efímero Imperio de Agustín de Iturbide, y a la cual le sucederían varias durante el siglo XIX. Meses antes se firmó el Acta Constitutiva de la Federación y México nacía con tres características esenciales: república, federación y división de poderes.
En los trabajos de aquellos primeros documentos jurídicos participaron las mentes más brillantes de la época. En el antiguo templo de San Pedro y San Pablo se escuchó, entre otros, a Ramos Arizpe, Gómez Farías, Lorenzo de Zavala, Carlos María Bustamante y Teresa de Mier.
A muchos de los constituyentes les respaldaban largas jornadas en defensa de la patria. Ramos Arizpe, por ejemplo, era dueño de una sólida formación académica, pero también de una experiencia parlamentaria fundacional: fue diputado en las Cortes de Cádiz. Servando Teresa de Mier tiene un pasado con experiencias muy similares a las del coahuilense. Ambos, como otros, sufrieron de la persecución y el acoso del poder.
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