
¿Lealtad a quién?
Cuando se habla de inversiones, muchas personas automáticamente piensan en la Bolsa de Nueva York o en los circuitos financieros de Estados Unidos. Sin embargo, una buena estrategia también es mirar hacia dentro y concentrarse en las empresas locales con un buen rendimiento, aunque teniendo en cuenta los posibles vaivenes del sistema financiero bajo un gobierno que puede no ser tan amigable con este sector de la economía.
Estas empresas mexicanas son una gran opción para quienes buscan potencialmente generar una fuente de ganancias estables a partir de sus ahorros. Sin embargo, los traders que ya están familiarizados con los diferentes instrumentos de inversión van un paso más adelante y prestan atención al calendario económico de México. Esta es una gran manera de estar al tanto de los principales acontecimientos y anuncios financieros que supuestamente van a influir en los mercados y en su evolución futura.
Por ejemplo, recientemente el Bank of America manifestó inquietudes con respecto a la estabilidad de los mercados financieros futuros bajo el mando de la presidente electa Claudia Sheinbaum. Esto es en relación con la reforma al Poder Judicial de la Federación impulsada por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual fue calificada como de alto riesgo y como un factor influyente en las inversiones en México.
En concreto, se refiere a la estatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), un hecho que podría generar incertidumbre entre los accionistas. No obstante, Sheinbaum asegura que las finanzas del Gobierno están sanas. Como justificación, da como ejemplo el presupuesto para el año entrante, para el cual se está considerando el 3 % del déficit y balanceando una toma de deuda con el PIB.
Suele ocurrir que la emergencia de gobiernos izquierdistas pone nerviosas a las comunidades financieras de los distintos países. Durante el gobierno de López Obrador, del mismo partido que la actual presidenta, se registró el segundo menor crecimiento de la bolsa mexicana de los últimos 30 años, aunque hay que matizar este dato teniendo en cuenta la pandemia que azotó al mundo durante esta gestión.
Al mismo tiempo, analistas políticos de altísimo nivel auguran que la presidencia de Sheinbaum será probablemente más moderada que la de su predecesor.
Algunas medidas que la presidenta ya anunció permiten anticipar buenos resultados para determinados sectores de la economía. Su plan de vivienda, por ejemplo, podría darle importantes ganancias a empresas como la cementera Cemex y, en general, a todo el sector de la construcción y sus industrias asociadas, las cuales generan más de 8 millones de empleos en México.
Pese al sostenimiento del nivel de inversión estatal y la posibilidad de que la guerra comercial entre China y Estados Unidos de Trump beneficie a la economía mexicana, los conflictos políticos propios de un gobierno que concibe como transformador podría poner nubes en el horizonte financiero del país. Y esto sin ponernos a hablar sobre los posibles conflictos de sucesión entre Sheinbaum y López Obrador.