Participa Policía Municipal de Oaxaca en operativo contra pirotecnia
OAXACA, Oax., 23 de diciembre de 2024.- El Zócalo de la ciudad de Oaxaca se llenó de color, creatividad y tradición con la edición número 127 de la Noche de Rábanos, una de las festividades más emblemáticas del estado que atrajo a cientos de visitantes locales, nacionales e internacionales.
Desde las primeras horas del día, las familias comenzaron a recorrer las exhibiciones que combinan arte, cultura y naturaleza. Los hortelanos y artesanos presentaron increíbles figuras esculpidas en rábanos, flores inmortales y hojas de totomoxtle, deslumbrando con escenas religiosas, personajes populares y elementos representativos de la cultura oaxaqueña.
Una tradición con raíces históricas
La historia de la Noche de Rábanos se remonta a 1897, cuando, durante la venta de verduras en el mercado del Zócalo, los comerciantes comenzaron a tallar rábanos para atraer la atención de los clientes. Con el tiempo, estas creativas esculturas se transformaron en una competencia y, posteriormente, en una tradición que refleja la riqueza cultural del estado.
Doña Enedina Vásquez, una de las artesanas participantes, compartió que esta tradición “se inició hace 127 años con la vendimia en el Zócalo, pero con el paso del tiempo se convirtió en una celebración que perdura hasta nuestros días”.
El orgullo de los artesanos
Para muchos participantes, la Noche de Rábanos es más que una competencia; es una expresión de identidad y orgullo. Serafín Muñiz, uno de los artesanos más reconocidos, contó con emoción que ha participado en esta tradición desde niño. «Me llena de orgullo ser parte de esta celebración que no solo representa a Oaxaca, sino que es conocida a nivel nacional», expresó mientras exhibía su obra inspirada en las tradiciones mixtecas.
Preparación y dedicación detrás del arte
Los rábanos utilizados en esta edición fueron cultivados especialmente para la ocasión. El pasado 19 de diciembre, en el campo de El Tequio, en Santa Cruz Xoxocotlán, se llevó a cabo la cosecha de estos vegetales, algunos de los cuales alcanzaron tamaños impresionantes gracias a cuidados especiales. Además, las flores inmortales y las hojas de totomoxtle utilizadas en otras categorías también son cultivadas de forma artesanal, preservando técnicas tradicionales.
Una noche que trasciende fronteras
El evento no solo es un escaparate para el talento local, sino también un punto de encuentro para turistas de todo el mundo que llegan atraídos por la magia de Oaxaca. “Este tipo de festividades nos muestra lo rico que es nuestro país en cultura y tradiciones. Es algo que no se ve en ningún otro lugar del mundo”, comentó Marisa López, visitante de Ciudad de México.
La Noche de Rábanos no es solo un homenaje a la creatividad de los oaxaqueños, sino también una celebración de su conexión con la tierra y las tradiciones que han pasado de generación en generación. Este 23 de diciembre, una vez más, Oaxaca mostró por qué es un referente de identidad y cultura en México.