
Cierran temporalmente el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo
Nallely Sánchez Rivas
Osukā Takai, un joven fotógrafo y artista plástico originario de Okinawa, presenta una serie de imágenes que entrelazan la tradición japonesa con una visión contemporánea de la contemplación, ya que su interés radica en desatar emociones a través de un sello particular, las formas naturales y la gracia de la imagen imperfecta en movimiento.
En la exposición denominada El Montaje Relacional de Osukā Takai , que se presenta en la Casa del Tiempo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), se reúnen 15 imágenes de la serie Mares (2014), cinco de la colección Natura (2019) y cuatro más de larga exposición que capturan el latido de una ciudad en movimiento, informó la UAM en un comunicado.
Estas piezas marcan una evolución en su obra hacia la contemporaneidad mediante el uso de glitches e intervenciones gráficas y digitales, dando forma a un manifiesto visual que apuesta por la emocionalidad efímera y la experiencia sensorial.
El artista plástico utiliza una cámara digital de segunda generación para desafiar los límites de la tecnología y capturar la espontaneidad de la vida, para lograr una obra profundamente influenciada por el wabi-sabi, una filosofía japonesa que celebra la imperfección, lo asimétrico y lo efímero como elementos esenciales de la belleza.
La muestra tiene dos propósitos clave: transformar el instante efímero en lenguaje visual a través de una serie de fotografías monocromáticas que invitan a mirar más allá de lo visible; consolidar una narrativa visual robusta a través de un cuidadoo ejercicio curatorial y museográfico desarrollado por la Coordinación General de Difusión de la UAM.
Yissel Arce Padrón, responsable de la curaduría, explicó que el montaje relacional organiza las imágenes en el espacio, funcionando como un gesto artístico en sí mismo.
«Se trata de un montaje que anuda múltiples sentidos. Es una operación que vincula lo vivencial con la mirada fotográfica, estableciendo un juego entre el objeto retratado y el espectador. La cámara se convierte en un punto de encuentro, generando relaciones dinámicas que invitan a entrar y salir de la propuesta fotográfica en una yuxtaposición constante de significados», apuntó la Coordinadora General de Difusión.
Sostuvo que uno de los aspectos más destacados es el uso de retículas que llevan la imagen a su mínima expresión, evocando la lógica del arte digital y sus procesos en pantallas. En este sentido, la exposición se estructura mediante distintos regímenes discursivos: desde lo mimético y literal hasta lo conceptual y abstracto.
Por su parte, Henry Erick Hernández, jefe del Departamento de Artes Visuales de la Galería Metropolitana de la UAM, quien participó en el diseño museográfico, explicó que el montaje busca generar un diálogo entre las imágenes.
«Intercalamos diferentes regímenes visuales para que el visitante articule su propio recorrido. Se delimitaron bloques con fotografías conceptuales y se introdujeron imágenes intervenidas con gráficos y parches de color, creando un contraste con las piezas en movimiento que se sitúan frente a ellas», aseveró.
La muestra está dividida en dos salas con iluminación diferenciada: una con luz fría y otra con luz cálida, esta última potenciada por la entrada natural de las ventanas. Esta disposición resalta ciertos rasgos de las piezas, además crea un equilibrio visual y una suerte de dramaturgia en la experiencia del espectador.
Para Osukā Takai, la fotografía es un fenómeno que debe experimentarse en persona. A sus 35 años, el egresado del Instituto de Arte de Okinawa mantiene una postura radical frente a la difusión digital de su obra, negándose a compartirla en plataformas en línea, ya que su apuesta es por la experiencia cinética y directa, en la que la presencia física del espectador es esencial para desentrañar el enigma de su trabajo.
«No se trata de contemplar pasivamente una exposición, sino de convertirse en agentes activos que descifran las relaciones de sentido que hemos construido en este espacio», aseveró Arce Padrón.
El Montaje Relacional de Osukā Takai es una invitación a cuestionar la relación entre imagen, tiempo y emoción, en un juego constante entre lo visible y lo intangible y estará abierto al público de manera gratuita hasta el próximo 30 de abril .