Monsiváis, incansable luchador por reconocimiento a la diversidad sexual

Conmemorar a Carlos Monsiváis “nos lleva a la nostalgia, pero también a un pensamiento crítico, que es lo que la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) busca, que los estudiantes desarrollen la capacidad de pensar por sí mismos, cuestionar ideas preconcebidas y construir su propio conocimiento”, señaló la doctora Yadira Zavala Osorio, rectora de la Unidad Azcapotzalco.

En el marco de Las Jornadas Monsivadianas , se llevó a cabo la segunda mesa titulada Carlos Monsiváis, la música, el cine y los movimientos alternativos de la diversidad sexual el Auditorio Incalli Ixcahuicopa de la mencionada sede universitaria de la Casa abierta al tiempo, informó la UAM en un comunicado.

Zavala Osorio dijo que es de admirar su legado ya que fue un lector profundo y crítico de la ciudad y la cultura mexicana, y su trabajo ha dejado una huella imborrable en la literatura, el periodismo y el pensamiento social de México.

Daniel Escoto, escritor e investigador, habló de la presencia importante que tuvo Monsiváis en la radio mexicana, tanto como productor como conductor, especialmente en Radio UNAM. Su programa «El cine y la crítica», emitido entre 1967 y 1968, es un ejemplo destacado de esa labor.

«El cine y la crítica» fue un programa producido por Monsiváis que le permitió analizar fenómenos sociales y culturales mediante la lente del cine, con un enfoque en la realidad mexicana y sus valores, al igual que otros medios masivos, la radio jugaba un papel crucial en la creación de significados culturales y en la relación entre los usuarios y la información que recibían.

Por su parte Pavel Granados, ensayista y escritor, mencionó a Monsiváis como referente del pensamiento crítico, por su capacidad para analizar la cultura mexicana en todas sus dimensiones, desde la cultura popular hasta los medios de comunicación, la política y la vida cotidiana.

El escritor indicó que Carlos Monsiváis no solo escuchaba la música, sino que la analizaba desde una perspectiva literaria y cultural, encontrando en sus letras y melodías elementos que reflejaban la sociedad y la urbe.

Tal es el caso de «Noche de Ronda» de Agustín Lara, decía que era un himno que celebraba la vida nocturna de la Ciudad de México, aunque de manera indirecta, al reflejar la vida nocturna y las consecuencias de sus excesos, también exploró la canción en su libro Amor perdido , donde analiza la nostalgia y el sentimiento asociado a ciertas canciones y su conexión con la metrópoli.

A su vez, Ernesto Reséndiz Oikión, escritor, investigador y crítico literario, habló del aporte de Monsiváis en la diversidad sexual, quien abordó la problemática del VIH/SIDA y sus consecuencias en la comunidad gay, destacando la necesidad de atención institucional y solidaridad.

Mostró su apoyo a la diversidad sexual principalmente a través de su trabajo como escritor y cronista, utilizando su voz y plataforma para denunciar la discriminación, promover los derechos de las minorías y visibilizar las luchas de la comunidad LGBTQ+.

Reséndiz Oikión dijo que una de sus obras más importantes en apoyo a la diversidad sexual fue Que se abra esa puerta, Crónicas y ensayos sobre diversidad sexual (2010), un libro que busca desestigmatizar y visibilizar un mundo oculto, denunciando los prejuicios y la violencia que enfrentan las personas gay, destacando la homofobia como un problema arraigado en ciertas estructuras sociales y religiosas.

Por otro lado, Carlos Rodríguez, crítico de cine, y Roberto Fiesco, cineasta, concordaron que Monsiváis tenía un interés principal en el cine mexicano de la Época de Oro, analizando cómo este género influye en la construcción del imaginario social.

El cine, según Monsiváis, legitimaba el habla pública de aquellos que rara vez hablarían en público, mostrando la recreación como una especie de trampa o mentira en el orden lingüístico; el cine era mucho más que un simple entretenimiento, era una herramienta poderosa para entender y moldear la cultura popular, un espejo que reflejaba la sociedad mexicana y, al mismo tiempo, la transformaba.

Además, explicaron que el melodrama utilizado por Monsiváis se convierte en un espacio para la expresión de emociones fuertes y exageradas, a menudo asociadas a situaciones de sufrimiento y tragedia, lo que permite a las audiencias experimentar y procesar intensamente las emociones. Sus crónicas y ensayos recurrían a situaciones melodramáticas para ilustrar sus puntos, mostrando cómo este género influye en la vida cotidiana de las personas.

Gabriel Santander, documentalista, productor y moderador de Las Jornadas Monsivadianas , subrayó al concluir la segunda mesa que la obra de Monsiváis “nos invita a reflexionar sobre la relevancia de observar críticamente la realidad que nos rodea, a cuestionar los discursos hegemónicos y valorar la riqueza de la cultura popular”.

Su estilo, caracterizado por la ironía, el humor y la combinación de diferentes registros lingüísticos, “nos muestra la complejidad de la sociedad mexicana y la necesidad de una mirada plural y desprejuiciada para comprenderla”.