
El cosmólogo se fue al cielo
Este martes murió José Esteban Martínez (1951-2025), pintor zacatecano, hijo adoptivo de Fresnillo, maestro en el taller Rufino Tamayo y amigo de muchos oaxaqueños.
OAXACA, Oax. 19 de agosto de 2025.- José Esteban se pasea un poco acelerado por su pueblo. Siempre lo vi así, como si le urgiera algo, como si hubiera agarrado una hoja de chichicaxtle, con comezón en la mano, siempre queriendo hilvanar algo.
Hoy lo veo caminando sin saber si pinta o sólo va por esa vereda que siempre le ha gustado caminar, entre ese matorral espinoso de su tierra que, para la avidez sus ojos, es una trenza de hilos que comunica todo.
Las escenas que se ven, por ejemplo, están hilvanadas con los mismos hilos de colores, los objetos, todos, todo, los animales, dibujados y llenos de manchitas de colores, están hechos con los mismos hilos. Unas parecieran las manchas de la piel de un jaguar; otras, son caras que me miran y sonríen. Ninguna grita ni vocifera, todas tienen el mismo comportamiento que tienen los tucanes, los perros, las frutas, las personas. Los oigo hablar el mismo lenguaje delicado, tenue, como cuando uno escucha que estuvieran recitando un texto un poco sordo, un rumor de voces y de cantos a lo lejos.
Para José Esteban no hay especies ni géneros. Lo veo aplicado una mezcla de hilos de colores y veo mi cara. Tengo plumas. Tengo la misma sustancia que sus animales, que sus objetos animados. Las mismas palabras. Los mismos sueños. Como el sabor de la comida con tortilla bajada del comal.
José Esteban camina con la parsimonia que da el tiempo vivido con pasión y expuesto al viento, como niño cuando arrecia la intemperie.