
Llega a Juchitán obra gráfica de Guillermo Olguín
Como lo han escrito diversos especialistas de las ciencias sociales, el régimen de gobierno que no solo persiste sino que se potencia en la actualidad, sustentó su afianzamiento después del triunfo de la nueva clase en el poder por medio del movimiento de 1910, en una ideología denominada nacionalismo revolucionario que se basó fundamentalmente en la idealización del pasado indígena y de una especie de reivindicación del folklorismo que lo mismo se expresó en el llamado muralismo mexicano, que en los textos y contenidos de la educación oficial. Expresiones como el himno nacional que aunque fue compuesto años atrás, jugó un papel importante en este periodo con partes de su letra que dieron paso a una forma de patrioterismo expresado coloquialmente en los “masiosares” que ahora mismo reiteran ese discurso envuelto en una supuesta defensa a todo costa de los que llaman soberanía nacional, cuando vivimos en un mundo globalizado dominado por las redes y monopolios comerciales aun cuando ahora mismo iniciamos otro proceso de interiorización ideológica y pretendidamente comercial.
Una segunda etapa de esta ideología se experimentó durante el sexenio echeverrista en que se crearon instituciones para la atención de asuntos vistosos de los Pueblos y Comunidades Originarias al menos en el discurso como el de las artesanías, de sus culturas, así como el “revestimiento” o disfraz de los funcionarios y la “familia presidencial” con los trajes y adornos de esos Pueblos y Comunidades, la utilización hasta el ridículo de expresiones como la gastronomía que en la visita de cualquier mandatario o miembros de la realeza europea les recetaban su horchata, memelas y antojitos que por las crónicas deese entonces además de la magnificencia de los medios a modo, no faltaron las peripecias y enfermedades de los visitantes por consumir tales viandas y productos alimenticios. Se desplegó hasta una forma pública de expresarse entre los funcionarios y sus allegados que marcaron línea y moda para mostrar quién era más fiel a la imposición de esa expresiones que surgieron del mismo poder ejecutivo al llamar en publico a su esposa “la compañera” y que hoy un curioso miembro de la clase política en el poder le asesta un día y si otro también a la titular del ejecutivo a manera de mostrar su populismo y filiación.
En estos tiempos aciagos que vivimos, este sostén ideológico y propagandístico es el pegamento del grupo en el poder en su séptimo año de gobierno así como los discursos, acciones y programas emblemáticos que despliegan a lo largo y ancho del país, lo mismo en sus vestimentas, que en la presunción en las inefables redes sociales de sus comidas en lugares “populares”, disfrazándose de la vestimenta tradicional de las localidades originarias que visitan, cambiando nombres de calles, servicios y equipamiento con nombres y apelativos en lenguas originarias hasta llegar a la sublimación hechiza de poner escenografías meramente kitsch y populistas trasgrediendo las disposiciones jurídicas vigentes y vendiendo espejitos y cuentas de vidrio al por mayor. Entre tantos ejemplos que se suceden casi a diario, tal vez el más delicado y preocupante sea el de la próxima constitución y los primeros pronunciamiento de cómo pretenden que funcione la Suprema Corte de la Nación que inicia con la elección bastante impugnada de la mitad de los miembros del poder judicial que en el 2027 será total y que recientemente fue desechada la controversia presentada por la utilización de los llamado acordeones que el partido en el poder y grupos afines se encargaron de repartir y tratar de aleccionar a los electores sobre cómo votar quedando como ganadores casualmente los que en esos instrumentos ilegales se señalaban.
Como escribí en una colaboración pasada, la quema de incienso por el “triunfo” de un miembro de los Pueblos y Comunidades Originarias es bastante nebuloso por quienes votaron por él agravándose el hecho por la folklorización de la Corte que ha traído ese hecho magnificando las escasas posibilidades de que los Pueblos y Comunidades tengan en lo mediato algún cambio a su favor y más bien estén con la toga al cuello pero ya anuncian la santiguada, limpia y entrega de bastones de mando, además de chirimías, bandas y revestido mil.
Gerardo Garfias Ruiz