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BANDA ACHE, Indonesia, 26 de diciembre del 2014.- Hace 10 años el mundo despertó de la Navidad con la noticia de una de las más terribles tragedias naturales en la historia de la humanidad.
Un poderoso terremoto submarino arrasó las costas de Indonesia y otros 13 países asiáticos dejando un saldo superior a los 220 mil muertos.
A una década de la tragedia miles de personas asistieron este jueves a una ceremonia conmemorativa en la provincia indonesia de Aceh, epicentro del desastre.
En la conmemoración, asistieron como protagonistas sobrevivientes y rescatistas del desastre, a la gran mezquita de Baiturrahman, en Banda Aceh.
El gobernador de esta provincia pronunció un breve discurso, unas palabras en el templo, uno de los pocos que sobrevivieron a la tragedia que privó de la vida a cerca de 170 mil personas sólo en ese país.
Entre las víctimas se encontraban miles de extranjeros que pasaban las vacaciones de Navidad en esta región de playas soleadas, llevando la tragedia a hogares de todo el mundo.
En Meulaboh, un pueblo pesquero considerado la zona cero del desastre, hasta donde llegaron olas de 35 metros de alto, las banderas ondeaban a media asta y los habitantes se preparaban para vigilias nocturnas.
Pero las principales conmemoraciones se realizaron primero en Aceh, donde las olas llegaron en primer lugar, y después en Tailandia, donde se espera que se enciendan miles de velas en las turísticas playas de Phuket y Khao Lak.
También habrá eventos de conmemoración en Sri Lanka y en varias capitales europeas, para recordar a los extranjeros que perecieron en la tragedia.
Mientras iba conociéndose la magnitud del desastre, los países más afectados luchaban para movilizar los efectivos de rescate, para atender a los miles de cuerpos se amontonaban bajo el sol tropical y en morgues improvisadas.
La tragedia en cifras
El 26 de diciembre de 2004 se produjo un sismo de 9,3 grados en la escala de Richter.
El terremoto ocasionó una serie de tsunamis devastadores a lo largo de las costas de la mayoría de los países que bordean el Océano Índico.
El fenómeno inundó una gran cantidad de comunidades costeras a través de casi todo el sur y sureste de Asia, incluyendo partes de Indonesia, Malasia, Sri Lanka, India y Tailandia.
Aunque las estimaciones iniciales habían determinado el número de muertes en más de 27 mil, sin contar a los millares de personas desaparecidas, un análisis más reciente generado por las Naciones Unidas deja a un total de 229 mil 866 pérdidas humanas, incluyendo 186 mil 983 muertos y 42 mil 883 personas desaparecidas.
El fenómeno ha sido el noveno desastre natural más mortal de la historia moderna y es el tercer terremoto más grande registrado desde la existencia del sismógrafo (aproximadamente en 1875), después del terremoto de 1960 en Valdivia (Chile) y del Terremoto de Alaska de 1964.
También fue reportado por tener la segunda duración más larga observada en lo que a fallas geológicas se refiere, durando entre 500 y 600 segundos (8,3 a 10 minutos), y fue lo suficientemente grande como para hacer que el planeta vibrara un centímetro aproximadamente. Incluso generó réplicas en lugares tan remotos como Alaska.
El terremoto se originó en el océano Índico justo al norte de las islas Simeulue, en la costa occidental de Sumatra del norte. El tsunami resultante del terremoto devastó las costas de Indonesia, Sri Lanka, India, Tailandia y de otros países con olas que llegaron a los 30 metros.
Causó muertes y daños serios hasta la costa del este de África, y la muerte registrada más lejana debido al tsunami ocurrió en Rooi Els, Sudáfrica, a 8 mil kilómetros del epicentro.
La situación apremiante de miles de personas damnificadas de varios países incitó una respuesta humanitaria extensiva.
En total, la comunidad mundial donó más de 7 mil millones de dólares en ayuda humanitaria a los afectados por el terremoto.