Revelan a 48 aspirantes para presidir la CNDH; incluyen a Piedra Ibarra
Oaxaca, Oax. 20 de agosto 2010 (Quadratín).- En el marco de la celebración de los 200 años de la Independencia y a 100 de la Revolución de México, el momento que vive Oaxaca es de esperanza, deponiendo la vía armada por una revolución participativa, a través del voto en las urnas, como quedó demostrado el pasado 4 de julio, señaló el doctor Víctor Raúl Martínez Vásquez, investigador de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).
En entrevista para Quadratín luego de la presentación del libro La Revolución en Oaxaca 1900-1930, el académico hizo énfasis en la importancia del sufragio como instrumento de lucha para vencer el control institucional represivo, y en rechazo de políticas de corrupción, en relación al actual régimen priista que encabeza el gobernador Ulises Ruiz Ortiz.
Los vértices de cambio, dijo, deben fundamentarse de ahora en adelante en una verdadera división de poderes y autonomía de los partidos políticos con el poder ejecutivo, para beneficio de los oaxaqueños y el avance de la democracia en nuestro país.
Sin embargo, precisó que los riesgos del incumplimiento por parte de la nueva administración que encabezará a partir del 1 de diciembre Gabino Cué Monteagudo, podrían ser la reorganización y accionar de grupos armados, mismos que siguen latentes, aunque disminuidos, debido a la desigualdad social que impera en Oaxaca.
Debemos ver cuáles son las expectativas: La gente ya no quiere más funcionarios ladrones, y para eso hay que trasparentar los recursos públicos. Otra cosa que la gente exige es la rendición de cuantas, piden que se les informe sobre los programas de gobierno y sus los resultados.
Obviamente la población está demandando el respeto a los derechos humanos, no quieren más arbitrariedades por parte de la autoridad, quien ha usado las instituciones para castigar a sus adversarios. La gente quiere paz pero también empleo, no quieren regalos, asentó.
Martínez Vásquez consideró que las causas de cambio en Oaxaca estuvieron basadas en los acontecimientos del 2006, siendo el parte aguas de la insurrección cívica, pero a diferencia de la Revolución de 1910 la gente no se levanto en armas y recurrió al voto como una forma de castigo político.
El también integrante del equipo de transición del nuevo gobierno, recalcó que el capítulo del movimiento armado nunca debe dejar de estar presente entre los que aspiren a gobernar la entidad y el país, ya que la marginación es el cando de cultivo que dimensiona el descontento social.
Si en Oaxaca las cosas no mejoran o no se arreglan, nadie puede descartar el surgimiento de esos grupos.
Es tan importante que el nuevo gobierno asuma un compromiso de cumplir lo que es posible hacer, por supuesto que no puedes resolver todo, porque los recursos son muy limitados, sólo el 3 por ciento del presupuesto público es el que puedes mover y tienes que saber a qué se lo vas a dedicar (
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Debe atenderse la desnutrición, deben atenderse las necesidades de salud del pueblo, deben atenderse los pobres. Primero los pobres, y ya después los que no son tan pobres, apuntó.