Cortinas de humo
Café para todos
* López Obrador contra la CFE; el populismo en su máxima expresión. Hoy Robin Hood, mañana Jesucristo
* El arribo de Mauricio Macri marca el declive de los bloques de izquierda en América Latina
MÉXICO, DF, 25 de noviembre de 2015.- Genio y figura, fiel a su precepto de “al diablo con las instituciones” el propietario de la franquicia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, hoy quiere echarse a la bolsa a los tabasqueños y al resto de los mexicanos con un acto muy populista, que al mismo tiempo representa una grave violación a la ley.
Cuando Morena se presentaba como una nueva opción política -e ilusamente algunos pensaron que AMLO era digno del beneficio de la duda-, como pesadilla recurrente de su malsana personalidad, esta vez pretende erigirse en émulo de Robin Hood, o Chucho el roto, es decir, quitarle a los ricos para darle a los pobres.
De otra manera no puede explicarse el acto de instalar “diablitos” en todas las viviendas de Tabasco a las que la Comisión Federal Electricidad (CFE) pretende suspender la energía eléctrica por falta de pago.
Ayer mismo dio el banderazo de salida a 20 vehículos de “brigadas de reconexión” que se encargarán de devolverle la luz a aquellos sancionados con la suspensión.
El asunto comenzó cuando en marzo, la CFE y la administración del gobernador Arturo Núñez pactaron renegociar los 9 mil 300 millones de pesos que aproximadamente 557 mil tabasqueños adeudaban. El arreglo solamente aplicaba si el adeudo era menor a 23 mil 500 pesos y el usuario reanudaba inmediatamente sus pagos.
Un 60 por ciento de los morosos consideró que era un acuerdo justo y decidió firmar el convenio. Sin embargo, de ahí se agarró AMLO para intervenir y decir que “si quieren un arreglo, hablamos, pero nada más que tiene que ser borrón y cuenta nueva, y tarifa justa”.
Por supuesto, todo esto lo hace porque a López Obrador no le cuesta nada, ya que la CFE se financia en parte con los impuestos de los mexicanos, y como el tabasqueño no los paga -de hecho se ignora de qué ha vivido todo este tipo desde que dejó de cobrar como jefe de gobierno de la ciudad de México-, entonces le resulta electoralmente viable y muy fácil robarse la luz para dársela a sus seguidores.
El presidente nacional de Morena acusa a la CFE de mantener “secuestrados” a los tabasqueños con los altos cobros por concepto de electricidad y culpa a la empresa de la inundación de 2007 que devastó a más de la mitad del estado. Con esos argumentos sofistas cualquiera puede darle legitimidad a un acto como el que ha encabezado en el sureste.
Muy al estilo delo que AMLO quiere implantar en Tabasco, por ejemplo, un buen día a alguien también podría ocurrírsele decir que hay que ir a romper las cerraduras de las casas de los ricos para apoderarse de su dinero y sus joyas, porque desde su óptica ellos son los culpables de la desgracia de los pobres, ya que evaden impuestos o cobran muy caro por las mercancías que producen en sus fábricas y negocios o… usted ponga el argumento que se le antoje.
Con esa terminología seductora y simplista que acostumbra, esta vez López Obrador arengó a sus partidarios y señaló que “aunque se dijo que la inundación de Tabasco de hace unos meses había sido provocada por la luna llena y por un cambio climático, todos sabemos que la empresa (la CFE) fue la responsable, porque llovió mucho pero tenían demasiada agua acumulada en las presas, Chicoasén, Malpaso y Peñitas por eso no desaguaron, para no perder la turbinación, y ahora nos venden la luz a precios elevadísimos”.
En su improvisado mitin en Plaza de Armas, en Villahermosa, a unos pasos del despacho del gobernador Arturo Núñez -con quien por cierto se enemistó después de que lo apoyó en su momento para llegar a su cargo bajo el patrocinio del PRD, del que luego desertó-, López Obrador dijo que las brigadas antiCFE de Morena “son el inicio de una etapa nueva del Plan de resistencia civil que inicio hace 21 años en Tabasco”.
En compañía del senador Adán Augusto López Hernández -dirigente estatal de Morena en esa entidad-, AMLO negó una y otra vez que viole la ley al regalar electricidad a través de la instalación de “diablitos”.
“No voy a regalar la luz”, dijo tajante al ser cuestionado por los reporteros. Sin embargo, ya sabemos todos cómo actúa el político tabasqueño, y es probable que si fuese sorprendido sustrayendo dinero de una caja fuerte o apoderándose de la cartera de alguien, simplemente diría que no está robando nada, porque ese es su estilo: negar lo evidente.
Pero para el buen entendedor pocas palabras. Con su habitual cinismo, el político de Macuspana aseguró que está acostumbrado a resistir los ataques, “porque cuando se lucha por la justicia y la democracia, no se queda bien con los que se oprimen al pueblo de México. Tengo un escudo que me protege: mi congruencia y 3 principios que lo guían: no mentir, no robar, ni traicionar al pueblo de México”, afirmó.
Con el ejemplo que está dando ahora, todos los mexicanos entonces nos podríamos dar la libertad de cancelar nuestros contratos con la CFE e instalar un diablito y dejar de pagar, porque es más fácil decir que la compañía nos está robando y que lo único que hacemos es recuperar lo que nos está quitando.
Quizá lo mismo podríamos hacer con el agua, porque sería válido el argumento -siguiendo el guión lopezobradorista-, de que el gobierno de la ciudad o del municipio (póngale usted el nombre que quiera) se la pasa robándonos y abusando de nosotros y lo único que hacemos es hacer justicia por mano propia.
LÓPEZ OBRADOR APLAUDE LAS POSTURAS DE LOS “LUCHADORES SOCIALES”
Y en el tema de los impuestos, también se podría hacer lo mismo. Intentaríamos ampararnos, justificando nuestra petición de que desde hace mucho no pavimentan nuestras calles, no vigilan nuestros parques o no recogen la basura.
Estos argumentos podrían ser suficientes para negarnos a pagar los impuestos o de plano convocar e integrar un movimiento de resistencia civil, que de paso podría ser un magnífico pretexto para asumir una “revolucionaria” postura como “luchador social” o llegar al extremo de integrar un grupo de violentos anarquistas, de esos que tanto aplaude AMLO.
Sin embargo, al contrario de lo que opina López Obrador, no pagar impuestos, agua, electricidad o los servicios comunitarios simple y sencillamente sería un robo, aún cuando se invoque la ponderada “resistencia civil”.
Qué hubiese pasado, por ejemplo, si durante la gestión de López Obrador como jefe de gobierno del Distrito Federal la gente hubiera dicho que como su administración era corrupta y había generado pobreza y contaminación, entonces nadie debía pagar impuestos.
Seguramente hubiese enviado citatorios a todos los ciudadanos bajo la amenaza de que o pagábamos o nos aplicarían la ley. Sin embargo, la ley para López Obrador sólo aplica para su conveniencia y sólo se interpreta bajo su óptica.
Es increíble, pero cada vez el tabasqueño se parece más a Hugo Chávez, y sus actitudes lo único que hacen es dividir a los mexicanos.
“Vamos a amparar a todo el pueblo de Tabasco ante el abuso del gobierno federal”, señala. Y no es que el gobierno esté exento de acciones abusivas y autoritarias o que los impuestos sean justos o bien aplicados, pero como vivimos en una sociedad con leyes, hay que respetarlas y hacer cumplir la ley.
Y por ello habría que preguntarle por qué cuando el gobernador Arturo Núñez era su aliado nunca salió a la calle a decir que no se debía pagar la luz. Al contrario, lo cubría de elogios y lo respaldaba incondicionalmente.
Hoy, sin embargo, dice que no va a permitir que se deje a la zona chontal de Tabasco sin energía eléctrica.
“Si cortan aquí la luz yo voy a encabezar el movimiento para cortarle la luz a Arturo Núñez en la Quinta Grijalva”, afirmó, en referencia a la residencia donde despacha su ex amigo, el gobernador.
En su delirio, López Obrador aseguró también que “al llevarse los cables, la CFE está allanando las viviendas de los tabasqueños y cometiendo robo, por lo que a la par con la reconexión, también los usuarios serán asesorados por abogados para presentar denuncias penales.
“Qué se atreva la CFE a demandarnos y ya verá. Nosotros emprenderemos una estrategia técnica, pero también jurídica desde el primer día”, señaló en un tono muy convincente.
Y por supuesto, con esta sarta de patrañas, el dueño de Morena ha tratado de quedar bien no sólo con los coloquialmente llamados “pejezombies”, sino conquistar a muchos otros despistados, amantes del no pago y la anarquía. Por ello resulta increíble lo que está ocurriendo en Tabasco, pero lo más lamentable es que la gente crea toda su demencial parafernalia.
Aquí el problema es de principios. ¿No se habrá dado cuenta AMLO del estado en que el también mesiánico dictador, Hugo Chávez, dejó Venezuela?
¿Acaso su propuesta populista se ha inspirado en la expoliación de los recursos del Estado como Nicolás Maduro?
El eterno aspirante presidencial López Obrador ha llegado a creerse hoy la reencarnación de Robin Hood o Chucho El Roto; mañana, podría ser Napoleón o Jesucristo. Lo cierto es que al patrón de Morena le urge una visita al psiquiatra.
GRANOS DE CAFÉ
… La victoria de Mauricio Macri en la elección presidencial de Argentina, marca el declive de los bloques de izquierda en América Latina, donde los principales patrocinadores de la Revolución Bolivariana en la región -ahora que Nicolás Maduro está por enfrentar elecciones legislativas-, andan de capa caída.
El triunfo del empresario conservador y ex jefe de gobierno de Buenos Aires, representa la pérdida de un aliado para Maduro y se suma al repliegue de otros aliados del venezolano, que estuvieron con Hugo Chávez y su sucesor, mientras fluyó la ayuda petrolera.
Y no es que Dilma Roussef en Brasil o Michelle Bachelet vayan a dejar el poder, pero ya no cuentan con la popularidad de antaño; están más concentrados en sus propios escándalos de corrupción. La primera, por desvíos de la empresa petrolera Petrobras y la segunda, por supuestos sobornos recibidos por su hijo.
En Uruguay, ya no está José Mujica, el mandatario que viajaba en su viejo auto Volkswagen escarabajo y que dejó el poder a su correligionario Tabaré Vázquez, quien sin embargo es más práctico y centrista y dejó de respaldar a Maduro.
Otros gobiernos de izquierda, como el peruano de Ollanta Humala o el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén -aunque de labios para afuera apoyan a Venezuela-, en realidad también aprueban los modelos liberales y fomentan la inversión extranjera.
Con Cuba ya no se cuenta, pues a raíz del deshielo en las relaciones con Estados Unidos, Raúl Castro se empeña en abrir las inversiones y modernizar el aparato económico.
Nicaragua -con un Daniel Ortega engolosinado con perpetuarse en el poder hasta donde la vida le alcance y con Bolivia con un Evo Morales también aferrado a la silla presidencial-, ni se cuenta y tampoco con el ecuatoriano Rafael Correa.
El golpe de timón en Argentina, es especialmente significativo, porque marca el fin de la dinastía Kirchner, y del peronismo y supone un cambio en el modelo económico, después de que el populismo de Cristina Fernández sumió al país en un agujero sin fondo.
En Venezuela habrá elecciones el 8 de diciembre próximo y a Maduro ya no le queda mucho margen de maniobra. Las encuestas lo dan por derrotado y la única carta que le queda es cometer un fraude desproporcionado o dar un golpe de Estado.
El problema es que el nuevo mandatario argentino Mauricio Macri ha dicho que invocará la “cláusula democrática” en el seno del Mercosur para sacar a Venezuela de la organización. Así que el sueño de un bloque de izquierda latinoamericano que tanto ponderó el ex presidente Hugo Chávez, amenaza con llegar a su fin. …Sus comentarios envíelos al correo [email protected]