Abelardo Martín / Dintel. El sacrificio del Cordero

México, D.F. 21 de mayo de 2013 (Quadratín).- Solo quienes tienen poca memoria o escasa información omiten que Gustavo Madero debe a Felipe Calderón Hinojosa y a su esposa Margarita Zavala su ascenso a las altas esferas de la política nacional.
Consistente, Madero nunca ha tenido fama de brillante, cautivador o un líder con carisma. Al contrario su liderazgo fue alcanzado precisamente por lo contrario, por siempre tener la disciplina de acatar las instrucciones del jefe en turno.
Se ha hecho mención de supuestos actos de independencia o rebeldía que no empatan ni con el ánimo, carácter ni inteligencia o estrategia del actual líder del panismo formal, el ex senador Madero.
Administrar el cargo de presidente del partido no implicó liderazgo, el mismo que ejerció sin cuidado y sin rubor el ex presidente Calderón. Por ello hoy cabe preguntar cuál es el verdadero objetivo de la acción de Madero al cuestionar la coordinación de los senadores por el ex precandidato presidencial Ernesto Cordero Arroyo.
Cabría la hipótesis de si el senador Cordero rompió con el ex presidente Calderón y la familia Zavala, como para que se tomen esas medidas, o si en efecto Madero actúa por propia iniciativa. En el fondo, es imposible no considerar la disputa por la administración y control de las prerrogativas o recursos que el IFE destina a los partidos políticos y que no son nada despreciables y si jugosas como para despertar ambiciones en el panismo, que tanto apego al dinero público desarrolló en los últimos tiempos.
Ernesto Cordero ya recibió la notificación de que dejaría de ser el coordinador parlamentario del PAN en el Senado. El fin de semana, Madero anunció que sometería a “revisión” la agenda legislativa del PAN y la coordinación del grupo parlamentario en el Senado.
Es atribución del presidente nacional del PAN la decisión de remover al coordinador parlamentario, y Madero la asumió y (en un domingazo) se la comunicó a Cordero, quien recibió acuse de recibido con el respaldo de 24 de los 38 senadores panistas.
Madero adujo falta de coordinación y división, de la que por lo que dice no se ha dado cuenta, cuando que para nadie es secreto que el PAN no solo está dividido, sino fracturado y en el peor momento de su historia.
De acuerdo a la agenda panista, la reunión de este martes será para buscar al sucesor de Cordero.
La confirmación de su remoción como líder de bancada se dio horas después de que la mayoría de los senadores panistas enviaran una carta a Madero en la que expresaron su “apoyo y reconocimiento” a su cuestionado. La carta está firmada por 24 de los 38 senadores del PAN.
Aunque Cordero deje de conducir al grupo parlamentario del PAN, se mantendrá como presidente del Senado, cargo para el que fue electo por el pleno y concluye el 3 de agosto próximo, al término de los trabajos de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Una historia similar enfrentó Santiago Creel Miranda en junio de 2008, cuando el entonces presidente de ese partido, Germán Martínez, a petición del presidente Felipe Calderón, lo destituyó como coordinador porque tenía demasiada cercanía política con el PRD, entonces adversario del calderonismo y porque eso lo llevaba a asumir acuerdos en el Senado que no respondían a los intereses del Ejecutivo.
Hoy, aunque nada tiene que ver con los episodios bíblicos del Antiguo Testamento, presenciamos el sacrificio del cordero, o la entronización del grupo que represente Madero, identificado seguramente con alguna de las muchas fracciones en que esta pulverizado el PAN. Las prerrogativas están en juego.

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