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Once narcocabezas para complacer a Trump
Oaxaca, Oax. 13 de abril de 2013 (Quadratín).- Desde el anonimato que preserva la multitud o la turba pueden cometerse todo tipo de desafíos, retos o provocaciones. Por ejemplo, el testimonio de sedicentes maestros o policías comunitarias, armados con obsoletos y viejos rifles o palos es material periodístico útil para medios nacionales o internacionales, más aún cuando aparecen interrumpiendo una carretera de la importancia de la autopista México-Acapulco, sitios ambos conocidos internacionalmente.
El responsable de seguridad o de los operativos policiacos, el experto Manuel Mondragón y Kalb, actuó con prudencia y energía ante una abierta provocación de aparentes maestros y policías, en Chilpancingo y, desde ayer también en Michoacán.
Por lo que se observa, grupos que pretendan desestabilizar o, simplemente, medir la reacción del gobierno del todavía reciente presidente Enrique Peña Nieto, utilizarán el recurso de cerrar o interrumpir el paso por las carreteras de mayor tráfico.
Cualquier grupo que protesta o pretenda la búsqueda de la exaltación o difusión de sus problemas o propósitos, independientemente del número de sus integrantes, han hecho de las manifestaciones públicas su modus operandi.
Se volvió característico de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), año con año tomar las calles para manifestarse. Hoy la coyuntura del encarcelamiento de la líder del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, les abre la oportunidad para hacer presencia y convertirse en un activo grupo de presión, pues en su exhibición se buscan ganancias de interlocución con los gobiernos estatales y federal.
En Oaxaca, la CNTE mantiene como rehén al gobernador Gabino Cué, quien optó por la política del avestruz, esconder la cabeza y aparentar que no pasa nada, incapaz de cumplir siquiera lo que prometió en campaña y al inicio de gobierno. Ya los oaxaqueños saben que su palabra vale poco y ahí están los hechos para demostrarlo.
Los casos de Guerrero o Michoacán son diferentes. En el primero, la descomposición del gobierno ha abierto la posibilidad de que diversos grupos pretendan, en la ingobernabilidad por el deterioro de la institucionalidad, obtener una ganancia.
En Michoacán la ausencia y su posible separación del cargo por enfermedad del gobernador Fausto Vallejo desataron las aspiraciones de grupos y partidos por ocupar ese hueco.
Pero en todos estos casos lo que está detrás, sin duda, es probar la decisión o tibieza, fortaleza o debilidad del gobierno federal. Es decir que el presidente Peña Nieto enfrenta una abierta provocación, que está perfectamente detectada, conocida y reconocida por los instrumentos de inteligencia que se han recuperado en las últimas semanas.
Por supuesto, está descartada la represión y, la estrategia y táctica de la policía federal y de los órganos de seguridad es desalojar primero, mediante el convencimiento y después, en la acción contundente, sin armas.
También en el seguimiento legal de conductas individuales de abuso o ilegalidad. Esto es que casos como el de la maestra Gordillo continuarán con el criterio de caiga quien caiga, más allá del poderío económico o político. El ejemplo es el mejor instrumento para educar, pero también para frenar el abuso o fomentar la legalidad, el respeto y la vigencia de un Estado de derecho que tanta falta ha hecho al país desde hace tanto tiempo.
Por tanto no quedarán impunes ningún tipo de delitos, así se escondan en el anonimato de la multitud que protesta o lucha por sus reivindicaciones. No se puede atropellar el derecho de los demás, menos el de la mayoría, por la supuesta defensa del propio.
No se puede (ni se debe) tomar una carretera o cualquier vía de comunicación sin que haya consecuencias o responsabilidades. El único camino es el de la ley, con todas sus consecuencias.
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Foto: Archivo