Abelardo Martín M./ Dintel/ ”Al diablo las instituciones”, ¡el Ejército por delante!

México, D.F. 18 de mayo 2012 (Quadratín).-Resulta difícil aceptar que un militar con un curriculum tan rico en tiempo y responsabilidades se haya permitido relacionarse con grupos dedicados al crimen organizado o el narcotráfico. Podría aceptarse la hipótesis de su culpabilidad si se creyera que el Ejército Mexicano está ”penetrado” por la corrupción, el envilecimiento y la descomposición institucional.
Aparte de la carrera militar propiamente, el general de División Tomás Ángeles Duauhare, fue agregado militar en Washington, secretario particular del general secretario de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes, subsecretario de la Sedena y Director del Colegio Militar, estos dos últimos cargos en los gobiernos panistas.
Si algún general es muy conocido o famoso entre propietarios, funcionarios y periodistas de los medios de comunicación, así como entre empresarios, iglesias, etcétera, es el general Ángeles Duauhare, pues fue el operador para que la institución castrense ”tuviera cercanía o contacto mediático” durante el gobierno del presidente Ernesto Zedillo.
”Caras vemos”, dice el refrán, pero suena difícil de creer y de aceptar las aparentes o supuestas vinculaciones o ligas del ex alto funcionario militar con los hermanos Arturo y Héctor Beltrán Leyva entre 2005 y 2007. ”Pero que necesidad”, se pregunta hasta el más desconfiado. En ese periodo, el general Ángeles Duauhare fue insistentemente mencionado como posible secretario de la Defensa Nacional, acompañado en todo momento por periodistas y medios diversos que había establecido contacto con el culto, disciplinado y respetuoso militar.
El reciente asesinato del también general Arturo Acosta Chaparro, aunado a los procesos y acusaciones contra altos mandos castrenses por sus vínculos (reales o falsos) con los capos del crimen organizado y el narcotráfico abonan poco a la guerra llevada a cabo por esta administración gubernamental.
Si se probaran las versiones o acusaciones contra el general Ángeles Duauhare podría uno preguntarse la forma en la que fue capaz de engañar a tantos dentro y fuera del Ejército durante tantos años y en tal variedad de importantes responsabilidades. Si no, cabría cuestionarse el grave desprestigio que se ha infligido a la institución, el Ejército Mexicano, en los últimos años, especialmente ahora en que han adoptado las funciones de policía por la incapacidad o descomposición de las fuerzas del orden municipal, estatal y federal, que no han podido frenar, no ya desintegrar a las bandas delictivas que operan en el país.
El golpe al instituto armado en los últimos años ha sido consistente, lento pero, sin duda, letal. Ubicar a Ángeles Duauhare al lado de los también generales Jesús Gutiérrez Rebollo, de Arturo Acosta Chaparro (asesinado hace pocas semanas) y Roberto Dawe González no es acusación o asunto menor. Como ninguno, el general Ángeles tiene un curriculum que involucraría, sin duda, a jefes y subordinados o que hubiera perdido el piso o la razón.
Su esposa, Leticia Zepeda, aseguró que el militar fue traicionado: ”El Ejército traicionó a mi marido. (El general secretario, Guillermo) Galván tiene muchos años de conocer a mi marido. Él lo conoció como compañero, sabe que es inocente”, dijo.
Aunque se había anunciado que, a más tardar el sábado el Ministerio Público determinaría si el general Ángeles sería puesto bajo arraigo, liberado o consignado, el mismo jueves fue arraigado.
El divisionario Ángeles, nació el 8 de noviembre de 1942 en el Distrito Federal y cursó una maestría en seguridad nacional, fue el primer militar que se reunió con el EZLN en 1995, como asesor de la representación del Gobierno federal. Antes, fue agregado militar en Washington y al término de esa misión se desempeñó como secretario particular del General Enrique Cervantes, Secretario de la Defensa Nacional, en la administración de Ernesto Zedillo. Durante los primeros dos años de la gestión del General Clemente Vega, con el Presidente Vicente Fox, el General fue designado director del Heroico Colegio Militar. En 2006 fue director del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas y fue un fuerte candidato para suceder al Secretario de la Defensa. Tuvo que conformarse con la subsecretaría del instituto armado. Antes de su retiro, en 2007, el General Ángeles encabezó el contingente del desfile militar del 16 de septiembre en la Ciudad de México.
Hoy el general Ángeles comparece ante la SIEDO, el cuerpo que investiga a posibles delincuentes del crimen organizado y el narcotráfico. El militar pudo haberse equivocado o permitirse debilidades, incluida la ambición, pero su caso al lado de otros militares de alto rango son el reflejo de que ”al diablo las instituciones”.
El golpe al Ejército está dado, se le cuestiona su participación en la seguridad de las calles, se pide su regreso a los cuarteles, se le censura, se le ataca. También desde dentro.
Foto.Ambientación