
Periodistas del New York Times podrán utilizar IA de forma legal
México. D.F., 05 de agosto del 2011(Quadratín).- La corrupción y el tercermundismo son como el amor o el dinero, muy difíciles de ocultar o disfrazar.
Se parecen también a la humedad que cuando penetra una construcción es difícil taparla, si no se ataca al origen del desperfecto.
La corrupción en México ha invadido todo y aunque haya conductas individuales de honradez, ética y principios es un cáncer, una metástasis que avanza, destruye, arrasa y mata.
La guapísima Lupita Jones, nuestro orgullo de la belleza mexicana, empresaria, conferencista y organizadora de concursos de belleza caracteriza hoy uno de los episodios que muestran al país de cuerpo entero y comprueba que también, en lo más bonito, esta lo más feo de la condición humana.
Desde siempre en los certámenes de belleza mexicanos ha prevalecido la omertá, ese código siciliano de silencio que ha cubierto lo que muchos suponen: la corrupción, la impunidad y el abuso no ha respetado aquello en lo que se pretende exaltar belleza y virtudes femeninas.
Más allá de si se está de acuerdo o no con exhibir a las mujeres para que demuestren que no nada más son carne, sino también tienen inteligencia y valores, una de las discípulas de Lupita Jones se rebeló y la encueró, no físicamente, sino en cuanto a sus métodos, estilos y fobias.
A Cynthia de la Vega, otra guapa como la Jones, pero regiomontana, le fue arrebatado el título de belleza que le daba el pase a un concurso mundial. Y decidió romper el código de la omertá y denunció a la Jones.
La empresaria y conferencista se descompuso y confirmó que en la organización a la que pertenece se miente, por razones de imagen:
Efectivamente se habló con Cynthia para que de mutuo acuerdo se informara que su salida era por motivos de salud, pero esto fue un intento por darle a esta situación una salida amable que afectara lo menos posible la imagen de ella, de ninguna manera fue una mentira dolosa como lo han querido presentar; todo fue con el afán de cuidar su imagen.
Igualito que lo que ocurre en la política o en los negocios, donde los principios básicos de convivencia como el respeto a la inteligencia de los demás, la honradez o el apego a la verdad se practican por imagen, no por una conducta practicada y cultivada.
El espectáculo de la belleza mexicana se puso feo.
Tanto que Lupita Jones, como en Sicilia, exhibió una de sus armas:
La directora de Nuestra Belleza Mexicana (el nombre para seleccionar a la Señorita México) aprovechó para decir que la empresa Televisa le ha manifestado su apoyo: Cuento con su respaldo y respeta totalmente la decisión de quitar el título a Cynthia.
Ahora, Gabriela Palacio, Nuestra Belleza Aguascalientes 2011, quien obtuvo el título de suplente en 2010, será quien represente a México en el concurso Miss Mundo 2011, que se realizará el próximo 6 de noviembre en Londres, Inglaterra.
Solo falta que Lupita Jones declare que estas decisiones se toman bajo el estricto modelo del haiga sido como haiga sido, que dibuja tan nítidamente a nuestro país.