
¡Por más días efectivos de clases!
Oaxaca, Oax., 06 de enero de 2012 (Quadratín).-Con frecuencia, el abusar de la buena voluntad de los ciudadanos o de los procedimientos de la democracia resulta contraproducente.
En el Partido Acción Nacional, aparentemente impulsado por la presión de los Pinos, se les ocurrió la idea de hacer una consulta indicativa, para tantearle el pulso a los panistas y ver si, de verdad, no están dispuestos a apoyar al que dicen es el candidato oficial del presidente Calderón, su ex secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero.
Cuando todavía el presidente panista Gustavo Madero no se recuperaba de sus vacaciones decembrinas, se encontró con la sorpresa de que, sin avisarle, ya en los medios circulaba la versión de que en la primera quincena del mes, se haría una encuesta ¨de mentiritas para ver cómo andaba la fuerza de los precandidatos a la Presidencia de la República, Ernesto Cordero Arroyo, Santiago Creel Miranda y Josefina Vázquez Mota.
La versión pudo lanzarse para distraer la atención pública de los arranques de campaña de los candidatos priista y perredista, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente.
De acuerdo a los cálculos estratégicos electorales, estos candidatos no tendrían cabida en medios y eso daría oportunidad para que el PAN, en precampaña, tuviera todos los espacios de radio y televisión a su entera disposición. Pero otra la vez la realidad, jugó una mala pasada a los estrategas.
Tanto Peña como López Obrador tuvieron presencia mediática, en tanto que los precandidatos panistas enviaban sendos mensajes de año nuevo. Había que hacer un poco de escándalo y a alguien, en el partido o en el panismo en el gobierno, se le ocurrió la idea de lanzar la propuesta de la consulta indicativa, nombre que de no ser porque es verdadero sonó a broma, desde el principio.
Por supuesto que la idea sorprendió a los propios precandidatos panistas, quienes estaban con la idea de que la consulta sería el 5 de febrero, conforme al programa.
Los columnistas políticos que ya regresaron de sus vacaciones invernales lo tomaron a broma y sirvió para ocuparse del PAN. Por supuesto que la anticipación en la consulta se tomó como una burda maniobra para apoyar, apuntalar o catapultar a quien se considera el candidato de los Pinos, Ernesto Cordero, quien todavía no se recupera de la sorpresa.
También se especuló acerca de dar un caballazo al precandidato Creel y sacarlo de la contienda, convertir la elección en un problema de dos, no de tres. El ex senador, ni tardo ni perezoso dijo que no se retiraba.
Al final, en una decisión que ha sido calificada como sensata y con los pies en la tierra, el Comité Ejecutivo Nacional del PAN rechazaron la consulta indicativa al no encontrar consenso ni las condiciones para realizarla. Hubo, sin embargo, algunos miembros afines a Cordero que insistieron en que el ejercicio democrático se aplicara.
A cambio, se acordó realizar más debates bajo un formado novedoso entre los tres contendientes, método en franco proceso de deterioro.
La ganancia o victoria pírrica para el panismo es que se respeta la voluntad de la mayoría y la dirigencia practica el consenso. Sin embargo, en los medios, el ejercicio panista ha sido considerado como una pifia y un intento fallido del equipo presidencial por impulsar al precandidato Ernesto Cordero, quien se mantiene tercero en las encuestas, aunque confía en que éstas no opinan en el cónclave panista.
El PAN se mantuvo al inicio del año en las primeras páginas de los diarios y en el teaser de los noticieros de radio y televisión. Es decir, logro que se hablara del panismo y no dejó la plaza vacante al inicio de las campañas de Peña y de López Obrador.
La consulta indicativa, resultó como los medicamentos: CONTRAINDICADA.