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México, D.F. 4 de septiembre 2012 (Quadratín).- Mas allá del resultado cuantitativo de la gestión gubernamental en el que el presidente Felipe Calderón y todos sus antecesores han sido prolijos, optimistas y satisfechos, el verdadero balance de la gestión lo establece la determinación popular de cambiar estrategia y rumbo y, con ello, de partido.
A partir del primero de diciembre próximo, ocurrirá lo que Calderón tuvo como impensable: regresa el PRI a Los Pinos y con ello se renueva la esperanza de los mexicanos en que el gobierno sea ocupado por manos expertas, profesionales y no nada más por las que garantizan la cercanía de los amigos.
Son indiscutibles y apabullantes los resultados, especialmente en el despliegue en la guerra sexenal contra la delincuencia organizada y, el narcotráfico, el más importante y a la vez, el fracaso más rotundo de la actual administración.
Ante dirigentes de los poderes de la Unión, Legislativo y Judicial; los jefes de las Fuerzas Armadas, líderes políticos, así como de los sectores económico y social, el presidente Felipe Calderón pidió que se respalde al presidente electo, Enrique Peña Nieto.
Deseo pedirle a todos los mexicanos que, por encima de cualquier diferencia apoyen al presidente electo, porque sé bien como presidente, que se necesita el apoyo de todos para sacar adelante a México, enfatizó Calderón en su VI y último informe de Gobierno.
Peña Nieto recibirá un país con una plataforma sólida en seguridad, economía, así como en el ámbito social y ambiental, por lo que tendrá, sostuvo, un futuro promisorio. El presidente Calderón reconoce que hubo errores, aunque en materia de combate al crimen y restablecimiento de la seguridad, estamos lejos de la meta. He sido criticado, algunas veces de manera justa, otras no, pero decidimos enfrentar al crimen y México empezó un largo camino a una vida plena de libertad y seguridad.
Dio un repaso por la fortaleza económica y financiera que permitió sortear lo que cataloga una de las peores crisis mundiales en la materia; igualmente planteó el recuento de logros en salud, educación, impulso económico, saneamiento ambiental y el fortalecimiento del sistema democrático.
Aunque quedan aún 90 días al gobierno del presidente Calderón el de ayer fue su día cumbre, aún y cuando sea el único presidente que no haya acudido a rendir su Informe de Gobierno en los seis años, sino que cumplió con la sola entrega del documento.
Nadie duda que el mandatario saliente haya actuado con toda su voluntad y entendimiento. Importan los números reportados, los avances registrados pero el verdadero resultado está más que en los spots que se repiten día y noche, en la decisión que tomó la mayoría de los ciudadanos el primero de julio pasado: la Presidencia de la República no más al PAN y, que el primero de diciembre, sin los aspavientos de Fox de hacerlo a patadas, saldrá de los Pinos para abrir paso a la administración de Enrique Peña Nieto y el nuevo PRI.
Foto:Ambientación