
Buenos, hasta que hablan
Oaxaca, Oax., 21 de noviembre de 2011 (Quadratín).- El ex primer ministro inglés Anthony Blair ganó el gobierno de la Gran Bretaña con una propuesta basada en lo que llamó tres prioridades: educación, educación y educación.
El camino hacia la igualdad de oportunidades y hacia una sociedad más justa empezaba en el aula, decía Blair, y en que los gobiernos se describen a sí mismos por sus acciones. Los votantes escuchan de vez en cuando la retórica de sus gobernantes, pero la mayoría de sus juicios se basan en la experiencia de la vida diaria y esperan menos del gobierno de lo que los políticos se imaginan.
Antes de la crisis económica y la seguridad que la miopía gubernamental ha establecido como prioridades, la insuficiencia educativa y sanitaria, son los verdaderos y primeros problemas que impiden el progreso individual y colectivo de los mexicanos. El rezago educativo es alarmante y eso ocasiona que la juventud esté excluida, marginada y con un futuro incierto. Es el fenómeno de los ninis, genérico masculino, cuando que 3 de cada 4, son ninas.
Son los datos que los políticos olvidan cuando están en campaña y de lo que se trata es de prometer, más que reconocer la gravedad del retraso, de la marginación en que vive todavía la gran mayoría de los mexicanos. El modelo económico privilegió amplios presupuestos para programas como la seguridad, la democracia y los onerosos partidos políticos y aunque destina también amplios recursos a la educación, su aprovechamiento es mínimo por una burocracia y un sistema inoperante y corrupto.
Les decimos ninis cuando lo que abunda son las ninas, de acuerdo a la Encuesta Nacional de la Juventud 2010 que tres de cada cuatro jóvenes que `ni estudia ni trabaja` son mujeres, unas seis millones de mexicanas.
El Subsecretario de Educación Superior, a cargo del despacho de Educación Pública, por la grave enfermedad que padece Alonso Lujambio, Rodolfo Tuirán, informó que México tiene 36.2 millones de habitantes entre 12 y 29 años de edad, equivalente al padrón electoral en España.
De esta población solo estudian 14 millones y solo trabajan10 millones 300 mil; estudian y trabajan 3 millones 962 mil.
Los ninis son 7 millones 819 mil en el universo de 12 a 29 años de edad, casi dos millones de 12 a 18 años; otros dos millones y medio de 19 y 23 años; y 3 millones 300 mil entre 24 y 29 años.
Para la juventud mexicana la vida se decide a los 15 años, cuando hay un quiebre educativo: la mayoría interrumpe sus estudios y solo el 65 por ciento continúa su educación. Esa es la cruda, fría y auténtica realidad. El 35 por ciento de la población pasa por un incierto periodo en el grupo de los ninis, ni escuela, ni trabajo. De 20 a 24 años de edad sólo 31 por ciento continúa los estudios.
Por supuesto que en este problema las mujeres llevan la peor parte. Abandonan los estudios a edades más tempranas que los hombres. A los 18 dejan la escuela con media superior incompleta; los hombres a los 20. A los 22 abandonan con algún grado aprobado de educación superior, mientras los hombres a los 26.
El 76 por ciento de quienes desertan en nivel básico son mujeres; 78 por ciento de quienes no transitan de básica a nivel medio; 74 por ciento de quienes no llegan a educación superior. Entre las mujeres ninis de 12 y 29 años de edad, 59.2 son madres. El embarazo antes continúa siendo alto: 6.6 por ciento antes de los 17 años y 19.2 por ciento entre 18 y 19 años de edad.
Casi la mitad de las mujeres de 20 a 24 años han estado embarazadas por lo menos una vez en su vida`, dice la ENJ. Esta problemática refleja la falta o ineficacia de educación sexual, aunque la razón fundamental del abandono de estudios para los jóvenes es la económica, con un 32 por ciento, las determinantes específicas de género agudizan un aislamiento y una estructura social de subordinación que choca con avances jurídicos, políticos y culturales que protegen a las mujeres.
El 72 por ciento de mujeres ninis tiene como principal actividad `los quehaceres del hogar`. El trabajo doméstico no valorizado coloca a las jóvenes en desventaja. Dejan de estudiar pero no de trabajar, aunque no se les reconoce. Sostienen hogares, sostienen con la actividad doméstica a sus hijos y a sus padres.
Entre los países de la OCDE, México ocupa el tercer lugar con ninis, debajo de Turquía e Israel. Si solo se contabilizara a los hombres, México sería noveno lugar con 5.8 por ciento de Ninis. Si solo contabilizaran mujeres, sería segundo lugar con 35.1 por ciento.
Foto:Archivo/Ambientación