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Oaxaca, Oax., 7 de junio de 2011 (Quadratín).-El viejo dicho popular de cría fama y échate a dormir hizo que la captura de Jorge Hank Rhon pareciera un acto de justicia.
Excéntrico, audaz y lenguaraz son los verdaderos y evidentes pecados, los que facilitaron que su captura, (auténticamente acostado en su cama a la mitad del sueño), tuviera carácter verdadero a las causas que llevaron a la intervención de miembros del Ejército Mexicano.
El hijo del profesor Carlos Hank González siempre ha estado vinculado al escándalo, desde el relativo al tráfico de animales exóticos o bien por sus personalísimas opiniones respecto a su vida, sus alimentos, la mujer, los hijos, etcétera, etcétera.
Es decir, sin necesidad de media trainings ha logrado siempre ser muy mediático para construirse una sólida mala fama que lo seguirá hasta probablemente después de la muerte.
Sólo por eso, todo lo que se diga de él es creíble, máxime si se le vincula con cualquier delito.
La mayoría de los comentarios se han enfocado a que se trata de asuntos electorales vinculados al Grupo Atlacomulco, aunque el hoy preso no recuerde casi nada del emblemático pueblo del Estado de México en donde vivió, si acaso, sólo cuando su padre fue el gobernador.
Hank Rhon fue capturado la madrugada del sábado en Tijuana, junto con diez integrantes de su cuerpo de seguridad, en un operativo del Ejército en el que le fueron aseguradas 88 armas de fuego, 46 de ellas consideradas de alto calibre, así como nueve mil cartuchos.
Permanece en instalaciones de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) luego de ser detenido la madrugada del sábado, se le imputa el probable delito de acopio de armas.
En su casa de Tijuana, Baja California, fueron decomisados 88 armas, nueve mil cartuchos, 70 cargadores y una granada de gas. Sin embargo, el socio de Grupo Caliente denunció ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que le sembraron en su casa las armas por las cuales fue detenido.
Antes de trasladarlo a la capital del país, Hank Rhon expuso ante la visitadora de la CNDH, Gloria Elizabeth Martínez Padilla, que sus captores le dijeron que se parara frente a unas armas que se encontraban en el piso y que le tomaron unas fotos, esas armas nunca (las) había visto y no reconozco, dijo.
La esposa y la defensa de Jorge Hank Rhon, ex Alcalde de Tijuana, apuntan hacia la detención irregular como argumento para exigir su liberación.
El propio empresario priista, en un desplegado que se publicó este lunes, señala que fue llevado a la Ciudad de México pese a que había una suspensión provisional otorgada por el Juez Octavo de Distrito en el Estado con residencia en Tijuana, Baja California, que prohibía mi traslado.
En ese documento Hank Rhon expone las irregularidades que privaron en su detención y asegura, por ejemplo, que para evitar que el Actuario Judicial cumplimentara la suspensión, en el aeropuerto de Tijuana lo mantuvieron oculto en una furgoneta oficial, hasta que, en ausencia del funcionario, lo trasladaron vía aérea al Distrito Federal.
Si una autoridad irrumpe sin orden de cateo, expedido por una autoridad judicial, a un domicilio particular de un ciudadano, en altas horas de la madrugada, cuando su familia se encuentra dormida… ¿Existirá flagrancia si estoy dormido en mi casa?
Porque la flagrancia es en la que predica la autoridad militar, la justificación de su actuar, agrega la publicación.
Ya se podrá decir misa, pero está claro: la mala fama no ayuda, para demostrar inocencia o no culpabilidad, aunque hoy por hoy el ingeniero Hank Rhon esté dedicado a la filantropía y a cuidar hijos y, si no los tiene, muy pronto también a sus nietos.
De que el tema lesiona al PRI, al grupo Atlacomulco y a todo lo que recuerde al pasado, es un hecho, haiga sido, como haiga sido.
Foto: Archivo