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MÉXICO, DF. 11 de enero de 2014 (Quadratín).- Para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, es fundamental garantizar a las mujeres el acceso a los servicios de salud, y redoblar esfuerzos para evitar la incidencia de mortalidad materna durante el proceso de embarazo, parto o puerperio.
El Organismo público autónomo ve con preocupación que aunque el fenómeno ha disminuido en localidades urbanas, en poblaciones rurales pobres y con población indígena, persiste debido a profundas injusticias que deben ser corregidas.
La CNDH ha organizado diferentes foros en lo que analiza las violaciones al derecho a la salud que se continúan dando en zonas depauperadas por parte de instituciones públicas, no sólo por carencias de hospitales, infraestructura y medicamentos, sino además, por negligencia, prácticas discriminatorias, negación de servicios de salud y falta de educación.
De acuerdo con especialistas del tema, el camino para detener las defunciones
maternas ha planteado diversas investigaciones para explorar no solo sus causas, sino también las soluciones, sin embargo, la ruta ha sido incierta.
Aun cuando se han puesto en marcha diferentes programas de salud y trabajo para evitar la muerte materna en México, esta sigue siendo una constante.
Gran parte de las muertes se deben a causas directas, que se pudieron evitar con los recursos tecnológicos y el desarrollo médico disponible; para lograr que ninguna mujer muera por complicaciones obstétricas, durante el embarazo y hasta 40 días posteriores al parto, es necesario garantizar el acceso universal a servicios de atención calificada del parto, a cuidados de emergencia obstétrica y a servicios para prevenir y tratar infecciones de transmisión sexual.
Este Organismo nacional reitera que los derechos a la salud y a la no discriminación son fundamentales, y hace un llamado a las instituciones públicas y a la sociedad para superar el descuido y la exclusión hacia las mujeres de escasos recursos.
Los servicios de atención materna deben ser accesibles, universales y gratuitos dentro de un esquema de seguridad social, no condicionados a capacidad de pago ni a ser derechohabientes.
Se debe procurar que esos hospitales cuenten con los recursos suficientes y que su personal médico tenga los conocimientos y pericia necesarios para dar una atención calificada al embarazo y a las urgencias obstétricas.