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OAXACA, Oax. 18 de diciembre de 2014.-Una imagen distorsionada del cuerpo, realizar dietas y ejercicio en exceso, baja autoestima, vómito provocado, ansiedad y depresión, puede traer consecuencias graves así como letales.
De acuerdo con un comunicado de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), se estima que la anorexia afecta a una de cada 150 niñas de 15 años de edad, 10 veces más frecuentemente que los varones.
La coordinadora Estatal del Programa de Salud Mental de los SSO, Erika Ruiz Santiago, dijo que este trastorno de la conducta alimentaria se propaga de forma más alarmante entre la sociedad actual, hoy en día existe un índice elevado de insatisfacción con el cuerpo, principalmente en los jóvenes, lo cual genera en ellos conductas de riesgo.
Mencionó que entre los síntomas del padecimiento se encuentran: preocupación o pensamientos obsesivos acerca de la comida y el peso, perfeccionismo, desorden obsesivo compulsivo, depresión clínica o melancolía crónica, mal humor, fracaso escolar, deterioro en las relaciones con la familia, abandono de los amigos y otras relaciones personales.
Detalló que al avanzar el padecimiento se puede presentar: desorden endocrino, con cese del periodo menstrual en las mujeres (amenorrea), reducción del metabolismo, baja tasa cardíaca (bradicardia), hipotensión, hipotermia, anemia, crecimiento de pelo lanugo sobre el cuerpo, niveles anormales de minerales y electrolitos en el cuerpo, deficiencia de zinc, reducción en el número de glóbulos blancos, palidez, ojos hundidos, crujido en articulaciones y huesos.
Además de aparición de fluidos en los tobillos durante el día y alrededor de los ojos durante la noche, estreñimiento, labios muy secos o agrietados debido a la malnutrición, deterioro de los nervios, que provoca dificultad para mover los pies, dolores de cabeza frecuentes, descalcificación, pérdida del esmalte dental.
Indicó que la delgadez extrema está dejando de ser una cuestión de estética para convertirse en un serio problema de salud, en ello, la familia tiene un papel esencial ya que el paciente y su entorno se sumergen en una etapa difícil; aislamiento, recaídas, incomprensión, soledad, culpas, vergüenza, entre otras.
Por ello enfatizó en la necesidad de concienciar a la población y adoptar medidas preventivas, fomentando estilos de vida saludables, que van desde una buena comunicación con los integrantes de la familia, horarios de comida establecidos, una alimentación balanceada y ejercicio diario mesurado.