Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
ACOLMAN, Edomex., 21 de agosto de 2014 (Quadratín).- El llevar un insecticida a clases se encuentra en la lista de útiles escolares de primer grado de la Escuela Primaria “María Montesori”, debido a la plaga de mosquitos que afecta a tres planteles educativos de la unidad habitacional Geovillas de Terranova. Padres de familia expresaron que esta situación siempre se ha presentado al iniciar el ciclo escolar, por lo que solicitan a la Secretaría de Salud del Estado de México que realice fumigaciones y se lleven a cabo acciones para evitar la proliferación de este insecto.
Algunos de las inconformes, mencionaron que el problema se incrementa al iniciar las clases en el turno matutino y después de las 17:00 horas, afectando a los estudiantes que acuden por las tardes.
Además, explicaron que los niños se ven afectados, sobre todo los más pequeños, por lo que las maestras han solicitado que lleven insecticidas en aerosol.
La directora del plantel, Laura Cándida, explicó que sí se solicita a los alumnos el insecticida pero queda a consideración de los padres de familia.
Asimismo, mencionó que la próxima semana se realizará una fumigación en el plantel educativo por parte de una empresa particular que cobra tres mil pesos por sus servicios, los cuales son pagados con aportaciones de los padres de familia de ambos turnos.
“Pero el problema se soluciona sólo mes y medio, por lo que los expertos han recomendado poner lámparas infrarrojas, pero son costosas”.
Además, mencionó que han solicitado apoyo a las autoridades municipales de Acolman, pero el problema se origina en el cárcamo que se ubica en Atenco, por lo que queda fuera de su jurisdicción.
Por otro lado, cabe mencionar, la zona escolar en donde se encuentra un jardín de niños, la escuela primaria y la secundaria Quetzalcóaltl, se ubica a escasos 50 metros de un canal de aguas negras.
Raquel Millán, madre de familia, dijo que su vida se ve afectada por la cantidad de moscos que hay, ya que desde la 16:00 horas tienen que cerrar puertas y ventanas de su casa, ya que tiene dos hijas que padecen asma y les afecta el insecticida.