Habilita Gobierno de Oaxaca 30 tramos carreteros dañados por John
Oaxaca, Oax. 30 de julio de 2013 (Territorio Score).- Me decía un profesor de la Universidad allá en la Facultad de Estudios Superiores, Juan Amael Vizzuett Olvera, que: quien pueda escribir la historia de su vida sin duda será un buen novelista porque cada vida es un relato digno de publicarse
palabras más palabras menos.
Se imaginan que es lo que vive un aficionado. Sí lo hemos visto por la TV en los cientos de reportajes de color como sienten su pasión por los colores de su equipo cada aficionado observa su juego y detecta a su héroe o a su villano.
Como lo dice nuestro personaje de hoy: En cualquier sitio el rey de los deportes nos unirá más allá del último out.
Su nombre Rosario Conde Avendaño, quien de inmediato sentencia: Cuando me pides hablar de beisbol, te estoy hablando de la mitad de mi vida.
Asistir al estadio en una tarde calurosa es lo mejor que me puede pasar: ¿quién no ha gritado para celebrar una carrera, más si es la del gane, quién no se ha molestado con el ampáyer, gritarle por una jugada controversial o simplemente saborear una rica empanda de amarillo?, todo eso y mucho más es lo que se vive en una tarde de beisbol, relata Ross Conde como es conocida por sus mas allegadas amistades.
A pesar de su acendrado gusto por el juego de pelota ella manifiesta que no siempre tuvo esa pasión, si un caso es bastante peculiar, como el de muchos.
No tuve hermanos que jugaran en algún equipo, o un papá que me llevara los domingos al estadio, pero si tuve a mi mamá fiel seguidora de los Tigres, quienes en aquellos años jugaban en el estadio del Seguro Social en la Ciudad de México, y que al momento de llegar el beisbol a Oaxaca se convirtió fan de hueso colorado de los Guerreros.
En la mirada hay nostalgia, emoción al recordar aquella tarde de abril cuando su mamá, Doña Rosario Conde Herrera, insistió tanto que terminó por acompañarla a un juego. Ella nunca pensó que esa tarde cambiaría por completo su vida.
¿Sabes? en su voz se escucha la pasión– el beisbol es arte, es magia, es misterio
y estoy de acuerdo que todos los deportes tienen lo suyo y son especiales, pero tampoco me dejarás mentir que por algo éste es llamado el Rey de los deportes.
Cada que hay juego de pelota, apuntó Ross Conde, las tardes en el estadio con mi mamá son las mejores que he tenido, reímos, charlamos, compartimos un mismo pasatiempo que nos une muchísimo más, eso es lo que nos ha dejado este deporte.
Ahí se ha generado más amistades, personas entrañables, que ha agregado a su lista y que todo ha sido gracias al beisbol.
Ellos, apuntó Rosario Conde, son cómplices de una misma afición, a quienes he conocido desde en el internet hasta en los mismos pasillos del estadio. Amigos que me han enseñando a hacer el box score, a concluir jugadas controversiales y hasta hacer de manager diciendo qué jugador debería entrar o salir o qué jugada debería haberse realizado.
Estas personas especiales me han enseñado que para vivir una misma pasión no importa la edad y no importa si tu equipo marcha en primer lugar o en el último sitio, el caso es vivir ese sentimiento que te da el ver un juego de beisbol que se decide por un espectacular cuadrangular, un emocionante toque de bola o un dramático pasaporte, ahí estarán los verdaderos aficionados al rey de los deportes.
Vuelvo a recordar las palabras de mi profesor de la Universidad y sí cada quien tiene algo que interesante que contar y relatar el caso de Rosario Conde Avendaño es uno de ellos
¡playball!