Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
OAXACA, Oax. 16 de octubre de 2015.- Del 28 al 30 de octubre se realizará en Chihuahua la Conferencia Anual de Municipios 2015, organizada por la Conferencia Nacional de Municipios de México (CONAMM), esfuerzo de la lucha municipalista que empieza a cristalizarse.
A manera de referencia, corría el año de 1989, el nacimiento del Partido de la Revolución Democrática daba paso en Michoacán a los primeros triunfos electorales del PRD; Oaxaca, de forma importante se sumaba a los logros electorales de la Izquierda en México y nacían así, los gobiernos de izquierda en Tlaxcala, Puebla, Guerrero, Tabasco, entre otros, considerados como conquistas importantes del municipalismo.
Fue hasta el año de 1997 cuando en el PRD se daría forma al Instituto para el Desarrollo Municipal y nacía la Asociación de Autoridades Locales de Izquierda, espacio que aglutinaba a los ayuntamientos emanados principalmente de Izquierda, posibilitando el debate y la lucha de la llamada agenda municipalista.
Se pugnaba, entre otras cosas, por el verdadero federalismo, por mejores condiciones para la función pública en el ejercicio del poder local desde los ayuntamientos, el cabildo abierto, la rendición de cuentas, en fin, por reformas que permitieran a los municipios convertirse en los entes de gobierno, capaces de proveer y procurar desarrollo nacional desde lo local.
A la distancia, en este mes de octubre habrá de celebrarse la reunión de la CONAMM, instancia que reúne a las organizaciones municipalistas del PRI (FENAM) y el PAN (ANAC) y FENAMM.
La razón de este comentario y el repaso breve de la historia municipalista se debe a que el estado que más municipios tiene es Oaxaca (570), gobiernos locales emanados de partidos políticos tiene 153 y de ellos, unos 54 son del PRD, es decir, la tercera parte.
Oaxaca es gobernado por un político que antes fue presidente del ayuntamiento de la ciudad capital, pero el estado en la realidad nacional es uno de los que menos desarrollo tiene en sus municipios, incluso es en Oaxaca donde la Ley balcaniza a sus comunidades y pulveriza más los recursos participables.
Ejemplo de esto son las mas de 2,500 localidades, además de los 570 municipios, las colonias cuya extensión territorial no son más que dos manzanas como las hay en Xoxocotlán o comunidades integradas por dos familias como las que existen en Soledad Peras, por citar ejemplos cercanos a la ciudad de Oaxaca. Y en materia de pulverización de recursos el artículo 24 de la Ley de Coordinación Fiscal del Estado.
Con esos dos impedimentos, el legal y el territorial, que no geográfico, el desarrollo necesitaba del compromiso de los poderes del estado, pero sobre todo de alguien que vivió el municipalismo desde el ejercicio del poder en el 2002-2004.
Nada se pudo hacer en Oaxaca, al contrario, los presupuestos participables, sirven y han servido en este y otros gobiernos estatales, para el control, la manipulación y el avasallamiento de los presidentes municipales a los designios del poder del estado.
En este gobierno gabinista es cuando mas énfasis puede tener la nula intención (al menos) de ejercer un verdadero municipalismo, porque la esperanza del cambio se ha quedado en un viejo anhelo, las condiciones de gobierno desde lo local en Oaxaca pasan por aceptar el mando único que lo único que logra es hacer mas débiles a los débiles.
La instancia que procura transparencia y buen ejercicio de los recursos sigue siendo útil solo para hostigar y perseguir a quienes les resultan incómodos al gobernante estatal, y no precisamente al gobernador.
Los recursos se entregan condicionados y faltando al plan estatal de desarrollo que es letra muerta y que ha quedado lejos de los alcances que se propusieron en los foros para el desarrollo celebrados en el 2010 en todo el territorio estatal.
Los Planes Operativos Anuales (POA) no se pueden cumplir porque no hay una política de desarrollo económico para fortalecer lo local, se sigue usando el viejo método de hacer solo aquello que nos es conveniente.
Claro, aquí el Congreso de Oaxaca también tiene la responsabilidad de este olvido municipalista, los legisladores están mas ocupados y ocupadas en la gestión, que en su verdadera función de elaborar leyes, no se dan cuenta que la ausencia de una legislación con verdadero sentido municipalista y federalista les permitiría ser buenos presidentes municipales, cargos a los que legítimamente aspiran y por lo que les interesa mas la gestión que ser buenos legisladores.
Así las cosas, los presidentes municipales oaxaqueños habrían de prepararse para ir a la asamblea CONNAM y poner en la mesa el empuje para lograr reformas de fondo a los deberes y facultades de los gobiernos municipales para dejar de ser peticionarios y convertirse en verdaderos actores de la procuración del desarrollo local.
Sólo que en Oaxaca, al más puro estilo de la década de los 90, quien piensa diferente no es útil y es mejor sancionarlo. Reflexiones que sólo son Fundamentos.