Respuesta a la violencia e inseguridad
Café para todos
MÉXICO, DF, 15 de julio de 2015.- Sobre Joaquín Guzmán Loera, alias ‘El Chapo’, de 58 años, nacido en Badiraguato, Sinaloa -la cuna de los grandes capos de las drogas que han dominado el país desde los lejanos tiempos de la Operación Cóndor e inclusive antes-, se ha dicho de todo, pero quienes pensaban que muchas de las cosas que se le atribuían eran parte del mito en torno a su figura, ahora empiezan a creer que es un hombre fuera de serie.
Guzmán Loera conmocionó al país este fin de semana, cuando se supo que se había fugado a través de un pasadizo de 80 centímetros de ancho y 1.70 de largo, que mide un kilómetro y medio desde el baño de su celda hasta una casa en obra negra frente a la supuestamente impenetrable prisión de alta seguridad El Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
El túnel estaba equipado con sistema de ventilación y alumbrado eléctrico, así como con rieles y un furgón impulsado por una motocicleta adaptada para sacar la tierra.
La fuga que llevó a cabo recientemente, quizá sea su obra maestra, porque el capo de las drogas ya había sorprendido con su sistema de túneles que le envidiarían los constructores del laberinto de Minotauro -y seguramente cuenta con todo un equipo de ingenieros expertos en excavaciones subterráneas- por los que se desplazaba bajo las ciudades de Mazatlán y Culiacán huyendo de las autoridades.
Tras su espectacular escape, como siempre, han comenzado a brotar las más imaginativas especulaciones; incluso se habla de que habría pagado unos 50 millones de dólares para salir por la puerta principal.
Cuando huyó en enero de 2001 de la prisión de alta seguridad de Puente Grande, Jalisco, se decía que no era cierta la versión oficial de que había escapado escondido en un carrito de ropa sucia de la lavandería, sino que había salido por la puerta grande y escoltado por policías, para lo cual habría comprado a todo el personal, desde el director hasta el más modesto de los empleados.
Sean ciertas o no las versiones oficiales o aquellas que surgen de las teorías de la conspiración, la verdad es que su salida tuvo que ser espectacular, muy al estilo de un filme de Hollywood.
La evasión no pudo producirse en el peor momento, pues el presidente Enrique Peña Nieto se hallaba volando hacia Francia para una visita de Estado, en medio de múltiples críticas por su numerosísima comitiva y el desplome en el índice de su popularidad, a lo que se suma el descrédito de las autoridades responsables de la seguridad, especialmente cuando se ha dado conocer que en mayo pasado Iván Archivaldo Guzmán, conocido como El Chapito, hijo del capo, publicó su cuenta de Twitter: “El general pronto estará de regreso”.
Y apenas el 6 de julio reiteró la advertencia al escribir en la misma cuenta “Todo llega para quien sabe esperar”, por lo que la ignorancia a estos mensajes no hace sino avivar las sospechas de una complicidad en la fuga del capo.
Si se atiende a la versión oficial -propalada por Monte Alejandro Rubido, Comisionado Nacional de Seguridad-, en el sentido de que se fugó a través del túnel, habría que reconocer que no cualquiera rompe el récord de escapar por primera vez de una prisión que se creía inexpugnable.
Se dice que Guzmán había acudido a las 20 horas del sábado último al área de tratamientos especiales para recibir su medicamento diario y de pronto se esfumó como el famoso escapista Harry Houdini.
El comunicado leído por Rubido dice que los guardias constataron su ausencia mediante el sistema de videovigilancia y de inmediato activaron el alerta, lo que desató una tenaz persecución por los alrededores del penal, pero ya era demasiado tarde.
Rubido señaló que el escape ocurrió mediante un túnel que era apenas un rectángulo de unos 50 centímetros de cada lado con una profundidad de metro y medio, en la parte baja de la pared junto a la regadera donde diariamente se bañaba El Chapo.
Este agujero comunicaba con un conducto vertical de aproximadamente 10 metros de profundidad, habilitado con una escalera. Luego seguía el largo túnel que iba a dar a los anchos tubos de drenaje que rodean el penal.
El túnel se habría tardado en construir entre 6 meses y un año y los expertos en estas estructuras estiman que habría sido necesario realizar 379 viajes de camiones de 7 metros cúbicos para retirar 3 mil 250 toneladas de tierra, a fin de edificar el pasadizo.
Unos 18 custodios de la cárcel fueron de inmediato detenidos para ser interrogados incluido el director del penal, Valentín Cárdenas Lerma.
No hay duda de que el peliculesco escape, análogo al del famoso delincuente francés Henri Charriere, conocido como Papillon, de la Isla del Diablo, frente a las costas de la Guyana Francesa, puso en ridículo al sistema de seguridad carcelaria del país.
Para expertos en seguridad nacional, como José Fernández Santillán, la fuga “pone en tela de duda la capacidad del Estado mexicano de garantizar la seguridad en una prisión que se creía inexpugnable”. El especialista se pregunta, al igual que otros analistas, si no habría sido mejor extraditar a El Chapo a Estados Unidos.
Pablo Monzalvo, experto en criminología de la Universidad Iberoamericana, asegura que “no es posible entender que se construyera un túnel tan sofisticado sin que nadie se diera cuenta”.
Como concuerdan diversos comentaristas, la fuga es resultado de la “corrupción e incompetencia absoluta en materia de seguridad nacional”.
El episodio sin duda asesta un nuevo golpe a la credibilidad del gobierno del presidente Peña Nieto, que comenzó intentando darle un perfil bajo a la lucha contra el crimen, pero el año pasado modificó su estrategia y la colocó de nuevo en la lista de sus prioridades.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong -quien acompañaba a Peña Nieto a su visita de Estado-, debió regresarse en el primer avión disponible para atender la emergencia y de inmediato convocó a una reunión urgente para elaborar la estrategia de búsqueda y captura del narcotraficante.
Sin duda la fuga de El Chapo afectará negativamente la relación con Estados Unidos, que insistía en su extradición, preocupados por lo peligroso que era y porque desconfiaban en que las autoridades mexicanas pudieran impedirle que siguiera operando desde la cárcel.
Su audaz escape recuerda la película Fuga de Alcatraz (1979), en la que Frank Lee Morris, protagonizado por Clint Eastwood, consigue huir junto con otros reos de la tenebrosa prisión a prueba de fugas en Alcatraz, una pequeña isla rocosa frente a la Bahía de San Francisco, de donde nadie había logrado salir jamás.
Construida en 1988 e inaugurada en 1990, la prisión del Altiplano tiene capacidad para alojar a 724 reos, y posee paredes de un metro de espesor y medidas de seguridad impresionantes.
La cárcel alberga a los más peligrosos criminales del país, entre ellos Eduardo y Francisco Arellano Félix, ex jefes del cártel que lleva su apellido, Miguel Zambada, hermano de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, quien habría reemplazado a El Chapo durante sus días de prisión, y Miguel Ángel Treviño, el jefe de Los Zetas, hasta su detención en julio de 2013.
La fuga de El Chapo obligará al gobierno a rediseñar todo su sistema carcelario, pues quedaron en evidencia serias fallas que obligan a revisar los 418 penales del país, pero sobre todo las 17 prisiones de alta seguridad, que según los entendidos no cumplen con los protocolos de seguridad adecuados.
Desde ahora se prevé que la fuga provoque un reacomodo -quizá una verdadera revolución-, en la estructura del crimen en el país.
Desde su arresto en febrero de 2014, la organización que encabezaba, el poderoso cártel de Sinaloa, ostentaba la hegemonía en el mundo de las drogas, pero habría empezado a declinar, al grado que algunos especialistas creían que comenzaba a fragmentarse y eventualmente podría desaparecer.
Pero ahora, con su espectacular escape, la situación podría revertirse y se prevé un resurgimiento de la banda, para recuperar el liderazgo que había perdido.
De cualquier forma y sin importar cómo Joaquín Guzmán Loera se haya fugado, resulta inconcebible que no se castigue a los responsables de la seguridad en el país, si no es por complicidad, si por incapacidad, por lo que urge ahora sí una vuelta de timón del presidente Enrique Peña Nieto que incluya la renuncia de varios personajes de alta investidura de su gabinete para colocar en su lugar a quienes realmente entreguen buenos resultados y no como ha sido hasta la fecha. En la antesala espera el relevo Manlio Fabio Beltrones.
GRANOS DE CAFÉ
Carmen Aristegui finalmente perdió la batalla legal por su restitución al frente del noticiero de MVS, pero no sólo eso, sino que quizá deberá pagar más de 14 millones de pesos a la empresa, porque el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa determinó fundada la contrademanda de MVS contra la polémica periodista, y podría obligar a la conductora a pagar una penalización equivalente a un año de la contraprestación base fija de garantía, es decir a devolver un año de sueldo.
La determinación del Quinto Tribunal Colegiado también consideró notoriamente improcedente la demanda que la conductora había presentado contra MVS para ser restituida en su puesto y así recuperar el millón 200 mil pesos que presuntamente obtenía de sueldo mensual, según trascendió en los primeros días de iniciado el conflicto entre Aristegui y Grupo MVS.
Pero de todo lo malo que puede tener este escándalo -que tomó dimensiones desmesuradas por su uso mediático-, lo sobresalientemente bueno es que la libertad de expresión se mantuvo incólume, no obstante que los seguidores de la conductora afirmaban que con su despido se cancelaba ese derecho inalienable.
Afortunadamente, la sociedad mexicana no perdió su derecho a la libertad de expresión y solamente tendrá que lamentar, si acaso, la abolladura a la armadura con que Aristegui vistió su protagonismo.
Eso sí, habremos de presenciar en los próximos días una virulenta respuesta de “esa sociedad civil” que se consideró ultrajada por la salida de la adalid de la verdad de MVS y cual profesores de la CNTE, seguramente causarán destrozos al inmobiliario urbano durante una o dos manifestaciones en apoyo de Aristegui.
Sin embargo, no consideramos que el fin de la era de Aristegui en MVS vaya a dejar ultrajada nuestra libertad de expresión. Habrá que estar pendiente de cómo ella responde a este descolón judicial…
… Mal y de malas en Guerrero porque además de la espiral de violencia que aqueja al sureño estado, la situación se agrava por funcionarios incapaces de cumplir la tarea para la que fueron asignados, como el caso del delegado de la Sedesol, José Manuel Armenta Bello, cuya incapacidad y prepotencia son cada vez más evidentes…
… Con gran pesar nos unimos a la pena que embarga a la familia Canel Carbot por el fallecimiento de Mario Alberto, un personaje jovial, sencillo, optimista, excelente chef y con gran amor por la vida. Su inesperada partida ha dejado un doloroso vacío en el clan Carbot que siempre recordará su bonhomía e innato sentido del humor. Nuestra solidaridad y cariño a su esposa Cecilia, a sus hermanos Ana Elva, Fadua Elisa y Jorge y especialmente a sus padres Jorge Luis y Fadua. Descanse en paz…Sus comentarios envíelos al correo [email protected]