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IGUALA, Gro., 8 de noviembre del 2014.-Al menos 30 familias de Iguala y sus alrededores empezaron a organizarse para iniciar la búsqueda y lograr la localización del mismo número de personas desaparecidas.
La acción se da en algunos casos, varios años después de la desaparición de sus familiares, logrando a medias, romper el miedo que prevalecía con la permanencia del gobierno municipal perredista y el sometimiento del que eran víctimas los ciudadanos por parte del grupo delictivo Guerreros Unidos.
El caso Ayotzinapa, la actuación de las fuerzas federales, el arribo de la Policía Comunitaria y el surgimiento de organizaciones sociales de respaldo al movimiento de los normalistas como el Frente Igualteco por la Dignidad y la Paz Social, ha empezado a despertar la sed de justicia en las familias que se han convertido en víctimas de alguna desaparición forzada.
El hallazgo de fosas clandestinas a raíz de la búsqueda de los 43 estudiantes privados de su libertad ilegalmente la noche del 26 de septiembre pasado, detonó la organización de varios sectores que están aglutinando (a cuenta gotas), a familiares de personas desaparecidas.
En muchos de los casos, las familias ni siquiera habían denunciado ante un Ministerio Público sus respectivos casos, por el miedo que prevalecía a sufrir alguna otra agresión por parte del crimen organizado o del propio gobierno.
La mañana de este sábado, integrantes del Frente Igualteco, Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y representantes de la Iglesia Católica, se reunieron con al menos 30 familiares de desaparecidos que suplican ayuda para localizar a las personas que dejaron de ver desde hace medio año o, en algunos casos más de dos años.
Las víctimas aún se muestran temerosas pero decididas a dar el paso considerando que hoy, en la coyuntura por el caso Ayotzinapa y la búsqueda de normalistas, es el mejor momento. Se trata de familias no solamente de Iguala sino de pueblos y ciudades vecinas de las que destacan: Taxco, Cocula y Huitzuco.
Aunque la Iglesia, el frente Igualteco y la UPOEG han logrado que algunas familias se sumen a la lucha por eliminar la violencia en esta ciudad y hacer justicia a Ayotzinapa, se cree que hay cientos de familias que permanecen en el silencio por miedo a ser agredidos en caso de alzar la voz o sumarse a algún movimiento social, o incluso si denuncian ante las autoridades de gobierno la desaparición de sus familiares.
Cabe mencionar que en Iguala y sus alrededores han sido localizadas decenas de fosas clandestinas de las que se han extraído restos humanos y, ningúna autoridad ha aclarado la identidad de éstos.