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Oaxaca, Oax. 22 de enero de 2010 (RIOaxaca).- En un proceso de dialéctica impecable, la situación que permitía un amplio espacio de maniobra al gobernador del estado para designar a su sucesor, se está convirtiendo en su contrario.
Ahora no sólo se trata de la gran incertidumbre derivada de que el prospecto priísta tiene alta posibilidad de perder la elección sino que ahora la situación en el partido amenaza con rebelión interna.
Y es que el compromiso del PAN de sumarse a la Gran Alianza Opositora en Oaxaca y en otras entidades asegura, en el caso de Oaxaca, un proyecto con amplias posibilidades de triunfo que no se le ve, por lo pronto, amenaza de consideración en turno.
El argumento de que el PAN no iría a la alianza como efecto de las necesidades de negociación del Presidente Calderón con la cúpula priísta ha rodado por los suelos. La élite panista percibió, de modo correcto, que con más concesiones al priísmo y sin acumulación propia de poder no es viable re posicionar el proyecto panista.
La política de omisiones y concesiones al PRI puesto en práctica durante todo el sexenio de Fox y la primera parte del de Calderón que ha terminado en la crisis electoral panista, indica que ese no es el camino correcto para el proyecto de poder que representa el PAN en sus aspiraciones para el 2012.
Por lo demás, queda claro que la misma política de concesiones no permitirá acumular fuerzas ante un hábil y experimentado PRI que se ha beneficiado de los desastres y las crisis recurrentes que ha vivido el país.
La decisión del PAN de sumarse a la Gran Alianza ha puesto los pelos de punta al Priismo que pensaba que caminaba sobre caballo de hacienda en la carrera por la gubernatura oaxaqueña y luego por la silla presidencial. Las expectativas generadas por este hecho, están empujando la definición de amplios cuadros de líderes intermedios que estaban indecisos pero que ahora se sumarán al proyecto de cambio porque piensan que van a la segura.
Para colmo de males, el escenario crecientemente competitivo, pone de relieve la pertinencia de la argumentación de los cuadros más experimentados del PRI Oaxaqueño de que no se puede ir a una elección, confiando exclusivamente en la estructura electoral y la amplia disponibilidad de recursos materiales con que se cuenta.
¡No! ahora más que nunca se necesita un candidato posicionado que pueda enfrentar la pesada maquinaria de la oposición, encabezada por un candidato natural que ya está muy aventajado en la preferencia electoral de los oaxaqueños y que ya ha empezado la etapa culminante de una apabullante campaña de comunicación política.
Testimonios autorizados en el nivel particular y en los públicos exhibidos en la prensa, aseguran que la olla de presión en el PRI ha alcanzado niveles extremos que urgen a las definiciones del gobernador sobre la designación del abanderado tricolor que ya no puede esperar más de una semana, so pena de perder el control sobre el resultado.
El gobernador que tenía mano en la decisión, ahora tendrá que escuchar las sugerencias de los líderes de proyecto priísta en el Congreso, en el mismo PRI nacional y por supuesto los que de saldrán de la casa de campaña del gobernador mexiquense que no quiere a Oaxaca como un pasivo político en la ruta a la Presidencia.
Y lo peor, la reducción de espacio de maniobra, también obliga a atender de modo urgente y poner atención en las fintas y en los amagues del grupo de aspirantes que se quejan de la inequidad del proceso, la falta de cumplimiento de compromisos acordados y sobre todo la posible imposición del candidato Eviel que en sus perspectiva, no cumple con los requisitos de posicionamiento, experiencia e imagen que necesita hoy el partidazo.
La postura del TUCOE no es solo cosa de amagues en el lógica de la negociación y la permanencia en los espacios de poder que el Priísmo disputa. Se trata sobre todo de una llamada de atención seria de los aspirantes de más peso que tienen conciencia de que el escenario de competencia electoral se ha complicado al extremo y no puede dejarse la decisión, a la soberbia ganadora en que ha descansado casi siempre este tipo de decisiones.
En esa argumentación, como al Fausto de la anécdota de Gotthold Lessing, la soberbia pondrá en riesgo el proyecto priísta que lleva más de 80 años en el ejercicio del poder y que ahora sí deberá dejar de pensarse como un dios omnipotente porque esta vez si perderá una buena tajada del pastel.
El TUCOE sabe perfectamente que en el escenario positivo el PRI, debe perder, sin exageración, casi la mitad de los puestos de elección popular en disputa; también saben que en el escenario posible, casi es igual al negativo, pueden perder absolutamente todo.
La posible rebelión priista es fruto de la desesperación y la inconformidad, se está gestando justo cuando más necesidad hay de la unidad. Y todos saben que los capitales políticos de Franco, Toledo, Fraguas, Villanueva y Estefan son importantes, son harto significativos para el PRI y que el desprendimiento de cualquiera de ellos sería la ruina del PRI.
Todavía en la reunión del cónclave priista se respiraba una profunda incertidumbre que no hará sino abonar la inconformidad y el ánimo de rebelión.
Uno de los cinco aspirantes lo dice muy claramente: Los cinco tenemos capitales políticos que si nos lo llevamos del PRI, le causaríamos daño considerable al Partido ¿Qué perdería el PRI si se va Eviel?
Columna publicada en el portal RIOaxaca