Presupuesto y rectoría del desarrollo nacional
Juchitán, Oax. 17 de marzo 2011 (Quadratín).- En nuestra entrega anterior preguntábamos dónde estaban los partidos políticos de Oaxaca y sus liderazgos respectivos para contribuir al fortalecimiento de la vida democrática de la entidad. Pues este miércoles, la fracción parlamentaria del PRI respondió con un paquete de reformas constitucionales sobre los mismos temas que abordó la propuesta de reforma de estado que presentó, desde el primero de diciembre, el gobernador aliancista Gabino Cué Monteagudo.
De esa forma, en la Comisión de Estudios Constitucionales de la 61 Legislatura de Oaxaca, que preside el perredista Alejandro López Jarquín, a partir de ayer hay dos propuestas de paquetes de reformas a la Constitución Política de Oaxaca que merecen ser debatidos ampliamente con todos los sectores y acores de la vida política de la entidad.
El PRI, al sorprender a la clase política gobernante con su paquete de reformas constitucionales, obligará a que la propuesta del gobernador aliancista no sea aprobado apresuradamente (como los hacían los priistas en los viejos tiempos donde el Congreso sólo era una extensión umbilical del Poder Ejecutivo). La sociedad de Oaxaca tiene dos propuestas que merecen un amplio debate y hasta quizá, una eventual consideración que apunte al ajuste y al consenso parlamentario.
La propuesta de la fracción parlamentaria del PRI, que presentó el diputado Martín Vásquez, está dirigida a afianzar la división y el equilibrio de poderes, fortalecer la autonomía del Poder Judicial, regular y ampliar los instrumentos de democracia directa, consolidar a los organismos autónomos del Estado y desarrollo social en la diversidad cultural. Igual propósito tiene la propuesta de Gabino Cué. Muchos se preguntarán cómo alcanzó el PRI de Oaxaca el acuerdo para sacar adelante dichas propuestas de reformas constitucionales, sobre todo, si sus liderazgos formales y naturales andan jalándose de los cabellos y se dan de golpes bajos.
En el PRI, por citar dos tres casos, el diputado José Antonio Hernández Fraguas no la lleva bien con el presidente estatal priista Eviel Pérez Magaña, Eviel Pérez, mantiene sus reservas hacia el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, el diputado priista Martín Vásquez Villanueva y éste, tampoco trae buenas migas con Hernández Fraguas.
Resulta que el lunes pasado Eviel Pérez, Hernández Fraguas y Martín Vásquez se sentaron o más bien fueron invitados a sentarse en una misma mesa para conocer la propuesta de las reformas constitucionales y trazar la ruta parlamentaria y política en el marco de una incipiente unidad. Antes, todos los diputados locales del PRI también ya habían conocido el paquete de propuestas. Todos, sin excepción, fueron convocados por el líder estatal de la CNOP en Oaxaca, Jorge Toledo Luis, quien está considerado como uno de los artífices de esas reformas.
Toledo Luis se vio en esos entretelones como un priista de fino colmillo. Logró la unidad de la fracción parlamentaria del PRI que sorprendió a la clase política gobernante. Algunos creen que el paquete de reformas constitucionales que presentó el PRI surgió del ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz. No se ha probado. Pero sí está comprobado que uno de los artífices de esas propuestas, sino el más importante, Jorge Toledo Luis, es un personaje cercano al ex gobernador de Oaxaca, quien le dio la oportunidad de ser secretario general de gobierno, diputado federal, presidente estatal del PRI y coordinador de la campaña de Eviel Pérez.
De refilón: Los diputados integrantes del PAN, PRD, PT, Convergencia y UP son mayoría en el Congreso local. Juntos suman 26 votos. El PRI tiene 16. Para hacer las reformas constitucionales se necesita el voto de las dos terceras partes de los 42 diputados, o sea 28 y nadie los tiene.
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