Alberto López Morales / Lluvias en Oaxaca

Salina Cruz, Oax., 18 de julio del 2011(Quadratín).- Las muestras de dolor, impotencia e indignación aparecieron en los rostros de hombres y mujeres que perdieron a sus familiares y enseres domésticos y registraron daños en sus viviendas ante las torrenciales lluvias y el embate de los arroyos desbordados por la Onda Tropical 9 durante los días viernes y sábado.
A 24 horas del día más lluvioso, caótico y triste que han vivido los habitantes de este puerto, el panorama es desolador. “En dos días tuvimos lluvias equivalentes a dos meses. Es un registro histórico”, reveló el Coordinador de la Comisión Nacional del Agua Álvaro Jarquín Rojas.
En bahía La Ventosa, agencia de esta ciudad, las bardas y paredes de las viviendas de los pescadores Ricardo Carbajal y Santiago Olivera están casi suspendidas en el aire porque la crecida del arroyo Los Amates devoró la tierra y la arena.
En el barrio Santa Rosa, las viviendas de doña Guadalupe Domínguez y de don José Luis Gonzaga, están colapsadas por el desgajamiento de un cerro y la caída de una barda “¿Qué vamos hacer? ¡Perdimos todo! El agua se llevó el refrigerador y la estufa. ¡No tenemos ropa!”, dijeron.
Las torrenciales lluvias afectaron a casi 40 mil personas en los 42 municipios de la región del Istmo de Tehuantepec, reportó el director estatal de Protección Civil, Manuel Maza Sánchez, durante una reunión de evaluación encabezada por el gobernador Gabino Cué Monteagudo. Incomunicados y molestos “Nuestras familias que viven en la colonia 5 de diciembre están incomunicadas y necesitan víveres. Creció el arroyo del paraje Piedra Cuachi (gemelos) y tiró el puente”, denunció doña Rosario Gallegos.
Como la familia de doña Rosario, hay cientos de personas aisladas que viven en las pesquerías de Playa Cangrejo, Chipehua o en localidades rurales como Rincón Moreno, Las Cruces, Cajón de Piedra, San Vicente Mazatán y Santa Clara, reveló el alcalde de Tehuantepec, José Luis Villalobos.
La comunicación vehicular entre este puerto y Huatulco está interrumpida por el desplome del puente Morro II sobre la carretera Costera 200. El paso entre Tehuantepec y la capital se restringió a vehículos menores porque el puente Las Tortugas, se colapsó en la mañana de hoy.
La vía alterna para llegar a Oaxaca desde el Istmo también se interrumpió tras deslaves de cerros que se registraron desde el sábado sobre la súper carretera en el tramo de Tehuantepec/La Ventosa, agencia de Juchitán.
Dolor e indignación “Señor gobernador, somos familiares de los fallecidos de ayer por el derrumbe de nuestra vivienda y nos pidieron que viniéramos a buscarlo hoy”, dijo Noé López Celaya, acompañado de su hermano Francisco.
“Vamos a apoyarlos”, les respondió el gobernador Cué al tiempo de darles sus condolencias y pasarle la mano por encima de los hombros.
Al medio día de ayer, el desplome de un cerro provocó la muerte de don Gabriel López Estudillo, de 82 años de edad y de su hija Sandra López Celaya. “Los estamos velando en la casa de un familiar y mañana será el sepelio”, dijo acongojado Noé López.
Por la mañana, al iniciar un recorrido por las zonas dañadas por las lluvias, el gobernador Gabino Cué enfrentó la indignación de los colonos del fraccionamiento La Noria, de Tehuantepec.
Más de 800 personas resultaron afectadas con más de un metro de agua en sus viviendas.
“El presidente municipal (José Luis Villalobos), ni siquiera vino a vernos para ver qué necesitábamos”, se quejaron. El alcalde respondió que había acudido a otras localidades donde se registraron inundaciones.
Severa contaminación
¡Mire! ¡Mire!, dijo el pescador José López Mendoza, de la cooperativa Barra del Río Tehuantepec de bahía La Ventosa, para llamar la atención y señalar hacia las crestas de las olas cubiertas de manchas viscosas de color negro.
Las lluvias, explicó, estaban inundando la refinería y los trabajadores rompieron una barda para que desalojaran todos los residuos químicos que contaminaron la laguna Vaca y de ahí toda esa mugre vino a para acá, donde pescamos y sacamos los ostiones. ¡Otra vez!, gimió doloroso.
Minutos antes, las autoridades de Boca del Río, agencia de este puerto, habían denunciado que Pemex había desechado miles de litros de “combustóleo o crudo, no sabemos” a la Laguna Vaca, donde pescan sus productos como escamas y crustáceos.
Con botellas de cristal y cubetas de plástico en mano, decenas de pescadores de bahía La Ventosa se dieron a la tarea de recolectar muestras de la aceitosa mancha negra que apareció a las 09:00 horas de hoy y que ahuyentó a los pescadores del Pacífico mexicano.
Ante los reclamos, las muestras de dolor y las peticiones de ayuda, el gobernador Cué dio instrucciones a sus colaboradores para que ante el riesgo de nuevas lluvias, “atiendan primero la emergencia y las necesidades de la gente”.