Alfredo Lagunas asume la presidencia del TSJ por el periodo de cuatro años

San Bartolo Coyotepec, Oax., 03 de enero de 2012 (Quadratín).- El magistrado Alfredo Lagunas Rivera rindió protesta como presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJ), al ser elegido por unanimidad, en votación nominal, por el Pleno de magistrados de este órgano, durante la sesión solemne con la que dio inicio el primer su periodo ordinario de sesiones correspondiente al 2012.
Cabe destacar que es la primera vez que el titular del Poder Judicial del Estado es elegido por el periodo de cuatro años, conforme lo señala la reforma constitucional que se aprobó en abril del 2011, la cual fortalece, entre otros aspectos, la estructura orgánica de dicho Poder, señalando en su artículo 103, el tiempo que el presidente del TSJ durará en ejercicio de sus funciones, pudiendo ser reelecto por un periodo más.
Al tomar protesta como presidente, Lagunas Rivera expresó que seguirá la ruta trazada en el plan para el mejoramiento de la administración de justicia, con lo cual pretende seguir diseñando políticas públicas que potencialicen la mente judicial, modernicen los procesos y procedimientos para que sean más accesibles al ciudadano.
“Esta nueva cultura entre tribunales y sociedad nos posiciona en la ineludible ruta de la reingeniería judicial, la cual deberá continuar de manera inmediata, planificada y con principios de política pública, para que así, las expectativas que apuntan para esta institución, no caigan en el desencanto, fracturando gravemente la confianza social hacia este Poder Judicial”, señaló.
Indicó que para lograr estos objetivos es fundamental la integración de la familia judicial, y por ello exhortó a todos los servidores públicos del Poder Judicial, para que desde sus responsabilidades, sigan avanzando con paso firme´ para mejorar la impartición de la justicia. “Necesitaré el apoyo de los hombres y mujeres de casa, ya que lo más valioso de las instituciones, está en su gente”, dijo.
Asimismo apuntó su decisión por presidir el Poder Judicial de forma abierta y responsable, procurando forjar un consenso en torno a un libre intercambio de ideas y de críticas, caracterizado por los esfuerzos incesantes para establecer puentes y superar diferencias.